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Griñán se agarra al copago de Cataluña para recrudecer su discurso
SALOBREÑA- Salobreña hizo ayer un cálido recibimiento al candidato del PSOE-A, José Antonio Griñán. Era territorio amigo –el PSOE ganó las municipales tras 10 años de gobierno del PP– y en él decidió meter en campaña a su principal rival: Javier Arenas, a quien exigió que defendiera a los andaluces ante Rajoy. Como los días anteriores, tomó café con simpatizantes, visitó establecimientos y conversó a pie de calle. Escuchó, entre otros, a uno de los promotores de la I Muestra de Cine Negro en Español Villa de Salobreña y piropos de señoras a las que sorprendió en el mercado. Una salobreñera llegó a gritarle: «Qué primor. Qué hombre más humilde y más bonico», mientras otras lo invitaron a churros, o a casa a comer migas de sémola, «que ahora se hacen más fácil porque hay aceite». Propulsado por las muestras de afecto, subió al atril para afirmar sin tapujos que el 20N «nos engañaron».
Criticó que el PP haya apoyado en Cataluña el establecimiento del copago sanitario –pese a que se abstuvo– y deslizó que Arenas lo impondrá si gana el 25M. Más tarde, en Motril, afinó. «Feijóo –presidente de la Xunta– ha dicho que el Gobierno de España estudia implantar el copago en los medicamentos –el popular aclaró que sería en función de la renta–», lamentó, para preguntarse si Arenas estaría de acuerdo. Encontró fuera la excusa perfecta para endurecer su discurso del miedo a la derecha que abarata el despido, aprueba la reforma laboral «más odiosa de la historia», sube los impuestos y la luz, suprime la dependencia, privatiza, «tiene urticaria a la igualdad» o «rompe» consensos constitucionales. No hubo propuestas. Sí mensajes emotivos: «En Salobreña hemos resistido y en Andalucía vamos a resistir. Podemos», proclamó. «No cejéis, hablad con la gente, explicad y no os dejéis engañar por cantos de sirena», insistió a su auditorio callejero. Ya por la tarde, se reunió en Granada con rectores de universidades andaluzas buscando un apoyo estratégico como el de los sindicatos, aunque hubo ausencias. La gincana de actos incluyó otro sobre educación, «el arma estratégica del futuro».
En este ámbito lo tiene claro: «Es un compromiso sagrado de los socialistas. Es la Política».
LA FURGONETA DE CAMPAÑA
Protagonistas en Granada: el candidato más besucón es confundido
En sus paseos por los pueblos de Andalucía, Griñán intentó darle un beso a una mujer que lo paró. «Soy alemana». La respuesta del candidato socialista fue «y yo andaluz» y se lo plantó. Más adelante, un viandante lo confundió con «el de Izquierda Unida». Dicen que es adicto al café y que de los seis diarios ha logrado aguantarse con sólo tres.
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