Bruselas

La UE pondrá bajo «vigilancia» los salarios para ganar competitividad

Los socios europeos sí mantendrán, sin embargo, los frenos legales al elevado endeudamiento público.

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Bruselas- El euro empieza mañana la operación a corazón abierto para corregir los desequilibrios de sus economías, que marchan a diferentes velocidades, y ahuyentar a la «jauría de lobos» de los mercados financieros, como los llamó el ministro sueco Anders Borg. En las próximas dos semanas, los socios que comparten la moneda común cerrarán un «Pacto por el Euro» con el que buscarán armonizar la política económica y fiscal, cuya falta es el pecado original desde su nacimiento en el viejo continente, hace ya más de una década.

Además, quieren dejar encarrilado el paquete de gobernanza económica, que permitirá vigilar las cuentas públicas de los Estados miembros, así como su situación macroeconómica, e incluso castigar a los peores alumnos. Concluirán el diseño de los fondos de rescate para los estados miembros con problemas, con posibilidad de intervenir no sólo como último recurso sino también para inyectar liquidez a un país con problemas puntuales.

Y, por último, pretenden dejar encarrilada la recuperación de los vagones de cola de la eurozona y que, a la postre, pueden arrastrar al euro en su caída: con Portugal, negociando la posibilidad de una asistencia económica menos ambiciosa que los rescates de Grecia e Irlanda, a quienes se les podrían mejorar no sólo los intereses que pagan por la asistencia de sus vecinos, sino también extender el plazo de devolución.

En la cumbre de mañana, los líderes de la eurozona debatirán la propuesta de los dos primeros espadas comunitarios, los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea, Herman Van Rompuy y José Manuel Durão Barroso, para reforzar el euro. El documento supone una versión aguada del Pacto por la Competitividad que Alemania vendió a los Veintisiete el 4 de febrero. Entonces, la canciller Angela Merkel propuso usar las prácticas de los países más competitivos, es decir, Alemania, como referencia para armonizar la política económica de la moneda única.

Merkel quería asegurarse de que si iba a tener que seguir siendo la principal prestamista en el rescate de sus socios europeos; a cambio, quería pulir las astillas que le molestan, como la indexación de los salarios en países como España, Bélgica o Luxemburgo; elevar el bajo impuesto de sociedades irlandés, e introducir un freno legal al endeudamiento de los países.

Tras la última discusión esta semana, el «Pacto por el Euro», que sustituye al «Pacto por la Competitividad Alemán», perdió de nuevo fuelle. Aunque el acuerdo está todavía abierto a la discusión de mañana, lo más probable es que los puntos queden así:

Salarios:
La UE pide a los países que vinculen los salarios a la evolución de la productividad. Sin embargo, no menciona eliminar la indexación automática en función de la inflación, como pedía Merkel. Subraya la necesidad de vigilar la evolución de los costes salariales y compararlos con los de otros «socios comerciales comparables» para evitar una merma de la competitividad.
Bruselas no invadirá las competencias nacionales en esta materia, por lo que serán recomendaciones para actuar. En línea con lo aprobado el martes por los ministros de Trabajo, se pide respetar las tradiciones del diálogo social en aquellos países donde participan.


Control de la deuda:
Los estados miembros deberán incluir en sus legislaciones nacionales techos para el gasto público, aunque podrán decidir la forma. Supone la mayor conquista del documento original de Alemania. En España, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió extender el techo del gasto público también a las Comunidades Autónomas.


Impuesto de sociedades:

Será la Comisión Europea, con el monopolio en iniciativa legislativa, la que presente una propuesta en los próximos días. Su intención es una armonización que aumente la base imponible y que, en países como el nuestro, producirá una mayor recaudación.
El documento deja la puerta abierta la creación de un impuesto común. Un nuevo impuesto europeo es una de las propuestas defendidas por los federalistas para financiar a la UE en las próximas perspectivas financieras, después de 2014.


Retrasar la edad de jubilación:
El pacto sugiere que los países retrasen la edad efectiva de jubilación, tal y como también defiende la Comisión Europea, tras haber concluido esta semana el proceso de consulta de cara a garantizar la sostenibilidad de las pensiones.