Málaga
De la Vega niega la dispersión de los presos: «Es una reubicación»
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer que no puede llamársele «dispersión» al envío de los once excarcelados cubanos a diferentes puntos de la geografía española, sino que se trata de una «adecuada ubicación», a pesar de que éstos hayan manifestado en los últimos días el deseo de permanecer juntos durante su estancia en España.
La Federación Española de Asociaciones cubanas considera sin embargo un «disparate» la idea de separarlos, al igual que algunos miembros del Partido Popular, que ya han mostrado su desacuerdo. El diputado popular Teófilo Luis ha pedido que se respete la voluntad de los cubanos y ha recordado que si estos no permanecen juntos se dificultará la labor de lucha contra la dictadura de Castro que pretenden continuar conjuntamente desde nuestro país. Aun así, la decisión está condicionada, en principio, por la disponibilidad geográfica de las diferentes ONG que se harán cargo de los ex presos –CEAR, Cruz Roja y ACCEM–, desde donde se está dialogando con ellos para concretar su posterior ubicación. Una portavoz de Cruz Roja ha explicado que es difícil atenderlos a todos en Madrid, puesto que se trata de ex presos con «una libertad muy condicionada» –ya que no se les ha permitido quedarse en Cuba– y su situación es delicada. En cualquier caso, algunos de ellos realizaron ayer trámites de documentación y su traslado a Málaga podría efectuarse entre hoy y el lunes. De la Vega apuntó que estén donde estén «no les faltará ningún tipo de apoyo por parte del Gobierno» y que además dispondrán de los mismos derechos y serán tratados «como cualquier ciudadano español». La vicepresidenta a insistió en que todos los cubanos han viajado a España «de forma voluntaria».Asimismo, cuatro de los once excarcelados han manifestado su deseo de abandonar el país y viajar a EE UU, según la presidenta de las Damas de Blanco, Blanca Reyes. Se trata de Normando Hernández González, Omar Ruiz Hernández, Omar Rodríguez Saludes y José Luis García Paneque, quienes tienen familiares en Estados Unidos. Dicen sentirse «agradecidos por haber sido liberados y venir a España», pero han decidido marcharse, mientras permanecen a la espera de que se precise su situación en nuestro país.Por otro lado, ayer se ha conoció que los excarcelados podrán solicitar el asilo político si así lo desean, según fuentes de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, aunque sus familias no estarán sujetas a este derecho. De momento, su estatus dentro de España se corresponde con el de «protegidos subsidiarios», una figura que les concede derechos similares a los de un ciudadano español, pero que se trata de un estatus intermedio entre inmigrante común y asilado político que ha suscitado críticas hacia el Gobierno de España.Los propios excarcelados denunciaron el jueves pasado en una rueda de prensa el «limbo jurídico» en el que están inmersos, además de la falta de privacidad a la que se enfrentan en el hostal vallecano Welcome, donde se alojan junto a sus familiares en condiciones precarias. De la Vega dijo «respetar sus posiciones», si bien consideró más importante el hecho de que «ahora estén contentos y estén aquí», y aseguró que «se están atendiendo de la mejor manera posible todos sus deseos y dudas».
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