El «comando Zipi» el arma secreta del etarra «Thierry»

El «comando legal Zipi» jugaba un importante papel dentro del «aparato político» de ETA, ya que todos los meses se reunía en Francia con los cabecillas de esta sección de la banda, Francisco Javier López Peña, «Thierry», y Ainoa Ozaeta Mendicute. La Guardia civil, que ayer detuvo a los integrantes de la célula, Juan Ignacio Otaño Labaca, de 51 años, e Iñaki Iguerategui Lizarribar, de 42, investiga cuáles eran las labores que desarrollaban. Iguerategui fue arrestado en el Parque de Bomberos de Tolosa, donde trabajaba.

A este respecto, fuentes antiterroristas recuerdan que el análisis de los papeles que se incautaron a «Thierry», demuestran que el «aparato político» lo mismo se ocupaba de cobro del chantaje terrorista que de la compra de materiales o de la vigilancia de objetivos para atentados.

La operación de la Guardia Civil, que incluyó el registro de los domicilios, se inició tras el análisis de la documentación intervenida a ETA y que ha sido remitida recientemente a España por las autoridades judiciales francesas.

Iguerategui es primo del miembro de ETA José María Iguerategi, «Ijitu», muerto el 24 de marzo de 1994 en Vitoria al estallar la bomba que transportaba en una mochila.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díez, reveló ayer que la Guardia Civil llevaba «desde hace tiempo» detrás de los arrestados, aunque precisó que la operación respondía a una requisitoria de la juez antiterrorista francesa Laurence Le Vert. Mientras ETA no se disuelva, agregó, el Gobierno y las Fuerzas de Seguridad continuarán actuando contra ellos.

Dentro de la estrategia de la izquierda abertzale (Batasuna), para mantener a raya a los más radicales y a la propia ETA y, de paso, presionar al Gobierno, una de sus portavoces, Maribi Ugarteburu, dijo ayer que las detenciones son la respuesta del Ejecutivo español a las ansias de superación del conflicto.

LA LUPA
«Comandos dormidos»
¿Cuántos «comandos», como el que ayer desarticuló la Guardia Civil, le quedan a ETA en el País Vasco y Navarra y, ¿por qué no?, en otros puntos de España? Hace unos meses, eran unos «pacíficos» serradores de troncos los que nos sorprendían con el mayor arsenal de explosivos descubierto en España. Ya veremos qué secretos esconden los del «Zipi». ¿Para qué le hace falta a ETA todo esto si no va a volver a cometer atentados?