Todos unidos por supuesto

Cualquier atajo es una aberración. Fue una aberración la guerra sucia y sería otra aberración una sucia paz basada en una negociación o en ridículas políticas del palo y la zanahoria que pretendan que los «terroristas entren en razón» premiándolos con concesiones penitenciarias o políticas.

Es ya una aberración ver buena voluntad en un disfraz electoral que hoy ETA se pone como el lobo de los cuentos infantiles se disfrazaba de cordero indefenso o de abuelita. Si un niño comprende esa rudimentaria estrategia lobuna, si la hemos comprendido todos cuando éramos niños, ¿a qué viene poner cara de tontos cuando somos adultos y decir que la democracia tendrá que abrirle la puerta a la bestia si su disfraz es convincente?

Las próximas elecciones del 22 de mayo no son unas elecciones más. Son las primeras de la democracia en las que ETA puede ser definitivamente expulsada de las instituciones vascas. Yes que no se trata sólo de que no entre ataviada con los torpes disfraces de Sortu o Bildu, sino de que salga de una vez por todas, ya que siempre ha estado dentro, llamándose Batasuna, Euskal Herritarrok, PCTV o ANV,

Una oportunidad así no podemos desaprovecharla. Sería imperdonable que la desaprovecháramos. Se equivoca el Gobierno de Zapatero, como se equivocan López y Egiguren si piensan que les vamos a perdonar que desaprovechen una oportunidad así; si creen que nos vamos a tragar que la responsabilidad de que ETA se cuele en las municipales reside en los jueces. Reside en el Gobierno de la Nación y en el Gobierno vasco, que nos dijeron que la Reforma de la Ley Electoral era suficiente para impedir esa infamia.

La manifestación de ayer significa que estamos todos unidos, por supuesto, para gritar «ETA fuera de las instituciones». Va listo Rubalcaba si espera que las divisiones que ha podido haber entre nosotros por tener diferentes opiniones o hacer diferentes análisis políticos van a desunirnos a la hora de lanzar ese nítido grito.