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Aire fresco

La Razón
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Carme Chacón ha dicho cuatro cosas y se ha liado la de San Quintín. Algunos se han sentido incómodos porque la ministra de Defensa ha puesto blanco sobre negro cosas bastante obvias. Primero, ha manifestado su apoyo sin fisuras a Zapatero. Nada extraño viniendo de ella, que siempre se ha caracterizado por actuar con lealtad.

Segundo, ha planteado que, si Zapatero renuncia a presentarse a un tercer mandato, es partidaria de elegir el sustituto democráticamente, en primarias. Tampoco es de extrañar. Lo piensa la gran mayoría de militantes socialistas que llevan mal eso del despotismo ilustrado. Que llevan mal que un grupo de notables imponga decisiones como si una profesión de fe se tratara, desempolvando aquello, ya maltrecho por la historia, del gobierno para el pueblo, por el pueblo, pero sin el pueblo.

La ministra Chacón no ha dicho nada del otro mundo, solamente ha constatado que el «totus tuus» no es aceptable en un partido de izquierdas, por mucho que desde cenáculos variopintos y medios de comunicación se diga que Rubalcaba es el único candidato posible porque así lo dicen las encuestas. Sólo un detalle, hasta ahora nadie se ha postulado, al menos públicamente. Otra cosa es que algunas manos se dediquen a mecer la cuna de la sucesión para hacernos ver que sólo hay una salida posible. Quizás, como dice Chacón, algo tendrán que decir los militantes socialistas, porque para eso lo son.

Tercero, que si todo esto sucede, ella dirá lo que piensa. Que no se descarta. ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Porque es mujer o porque es catalana? Si decir lo evidente provoca incomodidad, siga así, señora ministra. Es un necesario soplo de aire fresco.