Benedicto XVI

Un alto en el camino para visitar a niños abandonados

La Razón
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Madrid-Benedicto XVI se reunió en Cotonó con unos 200 niños, algunos enfermos y otros amparados en un centro de religiosas. El Papa rezó por estos niños, y por todos los que padecen hambre y enfermedades y sufren en primera persona las guerras y sus consecuencias.
La visita tuvo lugar en la parroquia de Santa Rita, que alberga un centro de acogida de las Misioneras de la Caridad, de la Madre Teresa de Calcuta y a al que asistieron los padres y los cuidadores de los menores.

Allí, Benedicto XVI recordó el día de su primera comunión y señaló que fue uno de los más bonitos de su vida, y no fue ni por los regalos ni por el banquete, sino porque «ese día recibí por primera vez a Jesús». El Papa se dirigió a los niños allí congregados diciéndoles que no duden en «hablar de Jesús a los demás. Es un tesoro que hay que compartir con generosidad», afirmó el Santo Padre.

Finalmente, el Papa regaló un rosario a cada uno de los niños y les dijo que es muy fácil rezarlo; «cuando lo tengáis en vuestras manos podréis rezar por el Papa, la Iglesia y todas las intenciones importantes», subrayó el Pontífice despidiéndose de ellos.