Energía
El «stand by» devora más energía que la refrigeración
Dejar el televisor, el decodificador de la TDT, el lavavajillas o el ordenador en «stand by» o en modo de espera no significa que estén apagados. Éstos siguen devorando electricidad e incrementando el coste de la factura, y no poco precisamente. De hecho, «el ‘‘stand by'' consume más energía que la refrigeración; casi multiplica por tres el consumo de refrigeración en los hogares», explica Jesús Pedro García, coordinador del «Estudio sobre Consumo Energético del Sector Residencial en España», elaborado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria.
En concreto, el modo en espera es el cuarto responsable del consumo en electromodésticos (11 por ciento) y equivale a un tercio del consumo del frigorífico, el electrodoméstico que más electricidad consume.
El «stand by» supone 3.969 gigavatios hora (GWh) anuales en España y 231 kilovatios hora (kWh) al año en cada hogar. De ahí que optar por la adquisión de los televisores o los decodificadores de la TDT que nunca se apagan no sea la mejor de las opciones. Aunque siempre se pueden enchufar estos dispositivos a la regleta para evitar ese consumo de energía. Lo mismo sucede si usted pone el lavavajillas por la noche y no lo apaga hasta el día siguiente. Este aparato seguirá devorando electricidad mientras usted duerme. El «stand by» se nota en el bolsillo, pero también en la calidad del aire.
Así, según un estudio sobre las consecuencias de dejar los aparatos electrónicos en modo de espera en la Unión Europea, tenido en cuenta por el Parlamento Europeo para hacer la directiva al respecto, supuso ya, en el año 2005, 47 teravatios hora, el equivalente a la emisión de 19 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). Tal es el despilfarro que antes del 5 de enero del año 2013 los aparatos electrónicos que salgan a la venta en el mercado europeo han de consumir menos de 0,5 vatios en «stand by», cuando en 2010 era un máximo de un vatio por equipo.
Otras de las conclusiones más llamativas del estudio del IDAE, financiado en un 50 por ciento por Eurostat, es que la vivienda aislada duplica el consumo del piso tradicional y que los servicios centralizados de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS) consumen un 22 por ciento menos que los individuales. Algo importante, ya que la calefacción es el servicio de mayor consumo, mientras que los electrodomésticos son el servicio que más electricidad demanda. Además, el televisor es el segundo electrodoméstico de mayor consumo eléctrico, tras el frigorífico; las bombillas de bajo consumo están ya presentes en el 86 por ciento de las viviendas y las renovables, en el 11 por ciento de los hogares españoles. Éstos consumen el 17 por ciento de toda la energía final y el 25 por ciento de la electricidad.
✕
Accede a tu cuenta para comentar