El «cyberbulling» o el alumno que castiga al profesor

BARCELONA- Eduard Blanch, catedrático de Secundaria en un instituto de Nou Barris y prejubilado desde septiembre, conoce perfectamente las consecuencias del «cyberbulling», un fenómeno social en el que los estudiantes primero irritan o provocan a un profesor hasta que él o ella estalla y lo graban en sus móviles para poder subir el montaje online, humillando al profesor y al colegio. El curso pasado, sus problemas con una alumna conflictiva, que «capitaneaba» un grupo de 4º de ESO en el que daba clase de Lengua y Literatura, derivaron a un nuevo capítulo de la larga lista de este tipo de vídeos virales.

Vídeos en Facebook
Con su mala relación como profesor-alumna como cebo, una tercera estudiante comenzó a increparle para tratar de sacarle de sus casillas, mientras grababa la discusión. El vídeo, que inmediatamente colgó en su perfil de Facebook, fue visto por la mayoría de alumnos bajo el título: «El puto profesor».
El resultado fue una expulsión de 7 días del centro y la búsqueda de concienciación en los alumnos de los peligros del uso humillante de las redes sociales. «Me sentí desprotegido porque realmente no hay un patrón de respuesta formal ante este tipo de situaciones», explica Blanch. En un principio, el director del centro «no quería generar conflicto» y apostó por una expulsión de tres días, pero fue el propio Blanch el que insistió en un castigo más duro. «El centro sí que puede reaccionar formalmente ante una agresión física, pero para este tipo de agresiones no hay un guión escrito», lamenta el ex catedrático.
El caso de Blanch no es un hecho aislado. Según la última edición del informe Norton Online Family, uno de cada cinco profesores ha experimentado personalmente o conoce a algún profesor que ha sufrido este fenómeno. Debido tal vez a la ciberhumillación, el 67 por ciento de los profesores afirman que ser amigos de sus estudiantes en las redes sociales los exponen a riesgos. Aún así, el 34 por ciento continúa siendo «amigo» de sus estudiantes. El texto desgrana que sólo el 51 por ciento afirma que sus escuelas tienen un código de conducta de cómo los profesores y alumnos se deben comunicar a través de los medios sociales. Ante esta falta de medios, el 80 por ciento de los profesores pide una educación online en los colegios más segura, posición que es respaldada por el 70 por ciento de los padres. A la espera de normalizar la situación frente al uso de la tecnología lúdica en el aula, Blanch no pierde la esperanza y asegura que nunca perdió las ganas de dar clase. «Hay que aprender a lidiar con los tiempos que corren con una normativa adecuada», aconseja a docentes y equipos directivos.

LAS CLAVES
1.- ACOSO
Según la última edición del informe Norton Online Family, 1 de cada 5 profesores ha sufrido o conoce alguien que ha sufrido estas humillaciones.
2.- AMIGOS
El 67 por ciento de los profesores asegura que ser amigo de los estudiantes en redes sociales los expone a riesgos.
3.- SIN CÓDIGOS
La falta de códigos de conducta en los centros para estas custiones hace más difícil el castigo a los estudiantes.
4.- PRÁCTICA
Actualmente, el 34 por ciento del profesorado asegura ser «amigo» de sus alumnos en las redes sociales.