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Sanidad de dos velocidades por Bartolomé Beltrán

La Razón
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Resulta impresionante que una operación a un feto se produzca de la manera más vanguardista posible en una zona del mundo, Cataluña, que, por contra, se encuentra ante una situación convulsa por las distintas medidas adoptadas sobre el sistema sanitario por las autoridades autonómicas. El complejo engranaje asistencial, técnico y quirúrgico, primero en el diagnóstico y, posteriormente, en el tratamiento, ha demostrado que la realidad oficial cursa por diferentes caminos por los que transcurre el devenir del conocimiento científico preventivo y curativo de Cataluña.

La pequeña Alaitz, vecina de Mollet del Vallés, nació hace algo más de dieciséis meses y desde entonces respira y vive con normalidad. Si no hubieran intervenido a la pequeña Alaitz, estaría muerta, mientras que diez días después de la operación, la función pulmonar del feto continuó su curso normal, al igual que el embarazo.

Se trata de una operación del Clínic y el San Joan de Déu de manera combinada y conjunta en la que intervinieron, por primera vez en el mundo, a un feto de veintiséis semanas que sufría una obstrucción bronquial.

Una sencilla ecografía demostró que la simplicidad de esa técnica pudo evidenciar una patología fetal que abrió paso al conocimiento científico más vanguardista del momento en el ámbito fetal. No olvidemos jamás que la superespecializada intervención no habría sido posible sin el diagnóstico previo por ultrasonidos. Porque en medicina no hay exploraciones rutinarias, sino diagnósticos certeros. Seguro.