Disturbios
Anuncian más protesta para hoy
La delegada del Gobierno hace un llamamiento a la responsabilidad
Valencia- Las protestas de los estudiantes valencianos vivieron ayer un jornada muy tensa. Los acontecimientos se fueron de las manos y lo que pretendía ser una concentración pacífica para protestar contra los recortes, se convirtió en casi una batalla campal. A las tres menos cuarto de la tarde, la Federació Valenciana d'Estudiants (Faavem) había previsto una concentración en el Instituto Luis Vives de Valencia.
Lo que parecía un acto tranquilo, se convirtió en un sinfín de carreras y persecuciones de la policía cuando los más de 300 jóvenes -muchos de ellos menores de edad- comenzaron a dispersarse. Según fuentes policiales, los estudiantes lanzaron piedras y botellas contra ellos. En ese momento, se saltaron las órdenes de la policía y comenzaron a andar por las calles de la ciudad.
Carreras por Valencia
Minutos después se hablaba ya de diez detenidos, tres de ellos menores. Aún así volvieron a atrincherarse en el instituto. Ya en el Luis Vives, comenzaron a gritar consignas hacia los antidisturbios, hasta que abandonaron el centro escolar. La policía siguió persiguiendo y los jóvenes se congregaron en la Plaza del Ayuntamiento. Durante el trayecto, una mujer resultó herida en una parada de autobús y tuvo que ser trasladada en ambulancia.
No obstante, comenzaron a caminar por la calle Pintor Sorolla. Pasadas las seis, llegó el ultimátum. Un portavoz de la policía dialogó con el presidente de la Faavem, Albert Ordóñez, para asegurarle que el «juego se había acabado». El agente fue tajante. O dejaban de cortar el tráfico, o desde ese momento, detendrían a todos «los que pillaran» y les acusarían de desobediencia. Ordóñez aceptó a cambio de la liberación de los, hasta entonces, trece detenidos. Aún así, pidieron hablar con la Delegación del Gobierno. Al final, decidieron dispersarse, aunque afirmaron que volverían a convocar nuevas protestas hoy, eso sí, pidiendo su correspondiente permiso.
En ese momento, la delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, convocaba a los medios para ofrecer las explicaciones opotunas, asistida por el jefe superior de Policía de la Comunitat.
Tras unos instantes en que parecía que a los jóvenes se los había tragado la tierra, volvieron a concentrarse en las inmediaciones del Luis Vives. Separados por grupos, la policía tuvo que apagar un incipiente fuego en un contenedor. La calle Marqués de Sotelo quedó cerrada al tráfico. Los jóvenes iban y venían, la policía les intentaba disuadir y hasta respondieron con disparos de pelotas de goma.
Al cierre de esta edición, 400 jóvenes se refugiaron en la Facultad de Geografía de Valencia, donde auguraron una semana llena de protestas y padres y profesores se concentraron en el IES Luis Vives durante la noche.
No tratarlo de forma partidista
«Tenemos que actuar con sentido común y no alimentar movimientos al margen del ordenamiento legal». Con estas palabras apeló ayer la delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, a la responsabilidad política ante las concentraciones estudiantiles. Sánchez de León criticó que la oposición las utilice de forma partidista para obtener rédito político.
Asimismo, negó rotundamente que desde la Delegación se den instrucciones de represión y aseguró que se abrirán expedientes a los agentes que se excedan en sus funciones. Sin embargo, afirmó que todavía no hay ningún policía que esté siendo investigado.
Sánchez de León defendió la actuación policial, que se produjo dentro de la Ley. Por su parte, los grupos de los partidos de la oposición criticaron a la delegada del Gobierno, «que está más preocupada por lo que se cuenta que por lo que pasó».
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