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Zoido arremete contra la ley de incompatibilidades por «callar la voz de los ciudadanos»
Sevilla- Oficialmente no ha empezado la campaña electoral, aunque los partidos ya calientan motores de cara a una convocatoria histórica. La designación de cinco alcaldes como cabezas de lista del PP ha encendido la mecha a escasos dos meses de los comicios autonómicos, sobre todo tras la aprobación en el Parlamento andaluz de la ley que impide ser regidor y parlamentario. El alcalde de Sevilla y número uno por esta provincia, Juan Ignacio Zoido, defendió ayer su candidatura y aseguró que la norma impulsada por el PSOE «pretende callar las voces de los ciudadanos», ya que éstos «quieren que sus alcaldes les representen también» en la Cámara autonómica.
A su juicio, si los socialistas querían fijar la incompatibilidad «debieron hacerlo cuando se reformó el Estatuto de Autonomía». «Hubiera sido una oportunidad muy buena porque se modificó con un altísimo grado de consenso», remarcó, al tiempo que subrayó que se trata de una medida «improvisada para intentar seguir manteniendo un poder que los ciudadanos les van a quitar».
También destacó Zoido la «paradoja» de que la incompatibilidad no afecta a un alcalde o portavoz de la oposición para ser diputado nacional, senador o europarlamentario, aunque sí para ser diputado andaluz, cuando la Cámara autonómica «está a cinco minutos del Ayuntamiento». En este punto, defendió que, durante su etapa como parlamentario, ha «canalizado los intereses de los sevillanos con honradez, humanidad y lealtad institucional».
El proceso de formación de candidaturas continúa y en IU se baraja también desafiar la ley de incompatibilidades. De hecho, las asambleas locales de la coalición de izquierdas debatirán la posibilidad de que el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, vuelva a encabezar la lista por Sevilla. Su nombre se incluye en la terna junto al secretario político del PCA, Juan de Dios Villanueva, y la concejal de Morón de la Frontera Marina Segura.
De otro lado, Zoido defendió las primeras medidas del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy al negar que la subida del IBI sea una forma encubierta de financiar los ayuntamientos. En este sentido, aclaró que este aumento no va a ser «ni ideal» ni «por igual» en todas las ciudades y que el 50 por ciento de las viviendas que tienen menos valor no van a tener ningún incremento.
El alcalde señaló que la mejor forma de ayudar a los consistorios es la que está negociando la FEMP con el Gobierno: el aplazamiento a 10 años de las cantidades entregadas a cuenta en los presupuestos de 2008 y 2009. «Unos presupuestos que ya denunciamos en su día que eran falsos que tenían unas cantidades que no se correspondían con la realidad», criticó.
Por ello, remarcó que la subida «actualiza los valores» para «homogeneizar», así que en el seno de la FEMP se va a seguir insistiendo en otras medidas, como que los créditos ICO no se limiten exclusivamente al diseño del Gobierno de Zapatero, que fue «insuficiente» habida cuenta de que prácticamente «ningún ayuntamiento» pudo hacer uso de esos créditos.
La medida sí fue duramente criticada por el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Juan Espadas, quien acusó a Zoido de «mentir» al «utilizar la supuesta congelación del IBI en los Presupuestos municipales como ejemplo de la política fiscal del PP, a sabiendas de que la subida ya la tenía decidida Rajoy en Madrid». Según sus cálculos, los sevillanos «tendrán que pagar un 10 por ciento más».
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