La Razón Solidaria: Misi ganadora de la semana

«Un día, una amiga de la familia nos trajo a Misi a casa. Era una pequeña bola de pelo suave y de enormes ojos verdes que nos miraba pensando en si seríamos otra familia que la rechazaría», contó Ángela, la dueña de Misi. «No podía dar dos pasos sin tambalearse y caerse. Era el ser más indefenso que habíamos visto ¿Cómo podíamos rechazar una cosa así? No tenía dueño ni hogar e, indudablemente nos la quedamos. Ahora ya tiene casi tres años. No le gusta estar sola, siempre está en las partes de la casa donde hay alguien. Es divertida y juguetona». Ángela asegura que es una mascota muy marchosa: «Todas las noches sale. Se queda esperando detrás de la puerta principal para que alguien le abra y sube y baja las escaleras del descansillo, llega al portal, espía, vigila y cuando llega alguien de la calle sale escopetada hacia casa de nuevo. Así noche tras noche». «Se ha hecho hueco en nuestro hogar y ya es parte fundamental de nuestras vidas. Antes de ella, ya éramos felices, pero Misi ha sido el eslabón que faltaba para cerrar esta felicidad por completo», cuenta la dueña, que cuida de la gata junto con su novio, Gonzalo.