Japón
Murakami cuenta atrás
Firme candidato al Nobel que se falla hoy, publica «1Q84. Libro 3»
Dos lunas contemplan el mundo extraño en el que deambulan los personajes de «1Q84. Libro 3» hasta convertirse en un leitmotiv a lo largo de cientos de páginas. El lector que conoció este entorno frío e inquietante mediante las dos primeras entregas, que en Japón se publicaron separadas pero que Tusquets decidió unir el pasado febrero, podrá conocer el desenlace de la novela más ambiciosa del autor. Murakami construyó un Tokio alternativo, ubicado en el año 1984, evocando obviamente la novela de Orwell (la Q se pronuncia en japonés igual que el número 9, «kyu») en el que diversos personajes, todos solitarios, todos lacónicos, intentan dar salida a sus obsesiones personales. Y también salvar el pellejo y reencontrarse.
Creo de veras que, esta vez, resulta más interesante su búsqueda, por establecer las fronteras entre realismo y fantasía que el propio argumento novelístico. En un artículo que el autor publicó en «The New York Times», titulado «Realidad A y Realidad B», decía que en «1Q84» no mostraba «el futuro cercano de George Orwell, sino lo contrario –el pasado cercano– de 1984». De tal modo que le daba la vuelta al tiempo y al espacio y proyectaba otro Japón pretérito con toques surrealistas, y se preguntaba: «¿Qué hubiera pasado en el caso de un distinto 1984, no el original que conocemos sino otro 1984 transformado? ¿Y qué pasaría si repentinamente nos lanzaran a ese mundo? Habría, por supuesto, tanteos hacia una nueva realidad.» Y así lo insinuará la asesina Aomame en la página 408.
Luz mortecina
Todo resulta claustrofóbico: los tres personajes que llevan el peso de la acción –Aomame, su enamorado Tengo, escritor y profesor de matemáticas, y el detective Ushikawa– van alternando sus puntos de vista capítulo tras capítulo; así, en paralelo vemos cómo Aomame, sospechosa de haber matado al líder de la comunidad religiosa Vanguardia, ha de recluirse en un piso; cómo Tengo hace compañía a su padre en coma pero con la idea de contemplar la llamada «crisálida de aire», la cual emite una «luz mortecina» y donde vio a la propia muchacha encapsulada; y cómo el «patético y obsoleto» Ushikawa (nuevo personaje) es contratado para seguir las huellas de Aomame.
Este hilo conductor consistente en unos personajes que se buscan con paciencia o se esperan con anhelo, gira alrededor del libro que Tengo reescribió y que se convirtió en un gran éxito: precisamente «La crisálida de aire», de la joven Eriko Fukada, hija del líder asesinado; un volumen que contiene claves de la propia secta que sería peligroso divulgar. Es un recurso de «best-seller», pero Murakami consigue mantener el pulso narrativo y, si bien se echa en falta cierta garra en la intriga, la introspección de los protagonistas hace el resto y la trama se sustenta bien, para dicha de los incondicionales de este autor japonés, que ya son legión.
Sobre el autor
Escritor de culto y de masas a partes iguales, Haruki Murakami (Kioto, 1949) ha recibido una oleada de premios
Ideal para...
los aficionados a los relatos de intriga de tono y ritmo lento y circunspecto, con toques de ciencia-ficción
Un defecto
Ciertos cebos narrativos son propios de novelas de entretenimiento
Una virtud
El autor logra una novela donde lo emocional se sirve con melancolía
Puntuación: 7
«1Q84. Libro 3»
Haruki Murakami
Tusquets
414 páginas. 22 euros.
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