Goya
Gran triunfo de El Juli en la corrida del tercer centenario de Albacete
ALBACETE- Con una incongruente corrida goyesca -¿Qué tiene que ver Goya con esta ciudad? Ni siquiera había nacido cuando se instauró la feria, cuyo tercer centenario, se conmemoró con este festejo- Albacete vivió la función estrella de su abono. Un espectáculo que comenzó de manera brillantísima con una soberbia actuación de Hermoso de Mendoza, un prodigio de mando al parar y espléndido al quebrar para banderillear y templar a dos pistas. Con el manso y desentendido cuarto, todo lo tuvo que hacer él y en una labor, ahora más de fondo, todo lo hizo bien y exhibió de nuevo una cuadra a punto.
Lanceó con gusto El Juli a su zambombo primero, un toro con poca fuerza que recibió muy mala lidia en los primeros tercios, pero al que desengañó al tercer muletazo. Embistió luego con nobleza y bondad y su matador sacó todo lo que tuvo en una impecable faena. La espada impidió al madrileño redondear una trade gloriosa tras cuajar al quinto, un ejemplar con grandes dosis de bravura, con el que, pletórico, firmó un trasteo de excepcional temple y suficiencia aplastante.
Miguel Tendero, en sustitución del herido Manzanares, no se aclaró con su manso primero, aunque mató bien. Con el sexto, sólo pudo estar voluntarioso en una tarde de las que hacen afición aunque sus protagonistas fuesen disfrazados como de la Comedia del Arte.
Segunda de feria. Se lidiaron dos toros de Fermín Bohórquez, para rejones, y cuatro de El Ventorrillo, para la lidia a pie, de juego desigual. Pablo Hermoso de Mendoza, dos orejas y ovación; El Juli, dos orejas y ovación; Miguel Tendero, oreja y ovación con aviso. Lleno.
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