Las dudas sobre Grecia castigan a España tras el rescate de la CAM

La primera sesión tras la nacionalización de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) no tuvo un efecto positivo en el mercado y provocó más dudas en los inversores sobre la solidez de nuestro sistema financiero. La sesión, que arrancó con más de una hora de retraso debido a problemas técnicos, cerró con el batacazo de Bankinter, que retrocedió un 4,84%, y el del Popular, que cayó el 4,79%; además, BBVA se dejó el 3,48% y Santander, el 3,21%. Por si fuera poco, la falta de acuerdo para elevar el techo de deuda de Estados Unidos y yun nuevo comunicado de Moody's sobre Grecia, plagaron de dudas los mercados. Moody's, que ayer siguió la estela de Fitch, rebajó, hasta en tres niveles, la nota de Grecia. La dejó en el grado Ca, desde el Caa1, es decir, hundió los bonos griegos hasta lo más bajo de la categoría de los bonos basura y los situó a sólo un peldaño del «impago». Se resintió Madrid y se resintieron todas las plazas europeas. Pérdidas generalizadas, aunque menores en París, que retrocedió el 0,77%; en Londres, que se dejó el 0,16%; y en Milán, que perdió el 2,47%. Tampoco
Lejos de confirmarse lo que el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, apostó el viernes, cuando tras el aucerdo del Eurogrupo sobre Grecia señaló que que «podemos respirar tranquilos», la jornada de ayer se vivió entre tensiones. De nuevo la prima de riesgo.
Si bien Fitch acabó el viernes con la euforia de los inversores sobre el acuerdo de los líderes europeos y enfrió los mercados con un duro informe sobre el país heleno, Moody's logró ayer disparar el diferencial entre el bono español y el alemán a diez años: la prima de riesgo española cerró en los 326 puntos básicos. Es decir, por encima de los niveles de la sesión del viernes, cuando cerró la jornada en los 294 puntos. No obstante, España no fue la única. De nuevo junto a los «periféricos». El «efecto Moody's» salpicó también a Italia, cuya prima de riesgo acabó la sesión en los 262 puntos. La de Grecia, desorbitada, alcanzó los 1.197 puntos básicos. Y la portuguesa, algo inferior, repuntó hasta los 853. Sólo el barril de Brent brindó ayer una tregua, al retroceder hasta los 117,07 dólares en Londres.
Parece que los mercados siguen bailando al son que marcan las agencias de calificación y las perspectivas de Moody's no son tranquilizadoras. La agencia advirtió ayer de que el programa de apoyo a Grecia resuelto por la UE, así como las propuestas de intercambio de deuda que han hecho las principales instituciones financieras, supondrán «sustanciales pérdidas económicas para los acreedores privados, en sus participaciones de la deuda del Gobierno». Sólo reconoce que las medidas anunciadas consiguen contener el riesgo de contagio de insolvencia a otros países de la zona euro, pero, al parecer, no es suficiente para templar los mercados.
Es lógico si se considera que la agencia no dejó que se digiriera la rebaja de la nota del país heleno cuando, antes de acabar la sesión, ya advertía de la posible rebaja de ocho bancos griegos.

Zapatero admite en Londres los recortes que el PSOE niega en Madrid
El partido socialista siempre se ha mostrado crítico con las medidas llevadas a cabo por el «premier» David Cameron para hacer frente a la deuda británica. Sin embargo, cuando ayer le preguntaron a Zapatero en Downing Street directamente por el asunto, mostró su lado más comprensivo y señaló que todos los gobiernos ante la crisis – «la más grave en ochenta años», matizó– han tenido que tomar «decisiones no fáciles». El presidente del Gobierno, que se reunió con su homólogo británico para tratar las relaciones bilaterales, admitió, lo que siempre le ha costado al PSOE admitir en España, y es que es «duro» saber que «se toman medidas que, en ocasiones, provocan recortes», según informa Celia Maza.