Zapatero estira el registro de la política social

La del PSOE regresa también a la cháchara. Hoy, en Inca. Y, aquí, en Baleares, como en otros sitios, la demoscopia no augura nada bueno para el socialismo. Si se confirman los sondeos, Francesc Antich perdería el Govern para dar paso a un PP que retomaría la mayoría absoluta. Los socialistas siguen con su tónica de elegir recintos de aforo discretos. El Pabellón Municipal tiene capacidad para 2.000 personas, y no se llena. Y eso que Zapatero regresa al albero, tras el «subidón» de Santander. Pero no es el mismo. Nada que ver.

El presidente circunvala con la política social y el Estado del Bienestar. Estira, estira y vuelve a estirar el mismo registro. Hoy no llama «bellaco» a nadie, pero sí dice: «Nuestra hoja de servicios es la más contundente, creíble y sólida en política social y derechos que la de cualquier otra fuerza política, y sobre todo la de la derecha».«Atacan -sostiene- por dos frentes: el del Estado del Bienestar y el de la dificultad de mantener el Estado de las Autonomías, Pero bajo esa idea sólo hay una realidad: sanidad, educación y dependencia».

Un antes y un después
Cita leyes que, como la de igualdad o el matrimonio homosexual, «marcarán un antes y un después». Sigue con el recordatorio de la política social. Rodea y rodea hasta agotar el repertorio con las becas, las pensiones y la prestación por desempleo. Vuelve por sus fueros: «Nunca nadie como nosotros había elevado así los niveles de protección social. Es la esencia de nuestro proyecto político». Y anima a todos los socialistas a que en la semana que resta de campaña proclame con fuerza y determinación el mismo mensaje.

Y es que el presidente está convencido, y así lo anuncia, de que el PSOE ha empezado ya la remontada. Lo grita a los cuatro vientos: «Os digo, hoy viernes, a una semana de que acabe esta campaña: a partir de mañana, van a ponerse muy nerviosos porque empieza la remontada y el PSOE se movilizará cada día más». ¿En serio? ¿Hay algo que no sabemos?, nos preguntamos. No dice más. Hoy le espera Valencia, feudo popular. Allí, cambiará el registro, seguro.