La crisis provoca una «sangría» de 5000 empresas en dos años

SEVILLA- «Estamos en la recesión más profunda de la democracia». Para el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad hispalense Francisco Ferraro los famosos «brotes verdes» que muchos vislumbran aún no han aparecido por la provincia de Sevilla, aunque «en el resto de países del mundo sí que son una realidad». Junto al presidente de la Confederación de Empresarios, Antonio Galadí, y su homólogo de la Cámara de Comercio, Francisco Herrero, presentó el informe «Economía de Sevilla. Junio 2010» que, entre otros datos, revela una «sangría» de más de 5.000 empresas desde 2008 provocada por la crisis. La destrucción del tejido productivo sevillano, por tanto, alcanza el 9,8 por ciento.
Sin embargo, Ferraro destacó un aumento de la productividad y competitividad –cifrado en un 5,6 por ciento– en 2009, propiciado por el cierre de empresas, las reducciones de plantilla y los cambios en los procesos de producción para reducir costes. Esta cifra supera la registrada en los últimos diez años. El mejor termómetro para medir los efectos de la crisis es el Producto Interior Bruto (PIB), que en la provincia sufrió una intensa contracción el año pasado, reduciéndose 34.510 millones de euros.
El empleo es otro de los flancos más débiles de la economía sevillana. La tasa de paro supera ya el 25 por ciento, «afectando, sobre todo, a las personas que no tenían empleo anterior, como los jóvenes». En relación al mercado inmobiliario, Ferraro alertó de que, a pesar de la caída «brutal» de la demanda, «la oferta ha ido aumentando, lo que ha provocado la formación de un ‘stock' de viviendas en venta importante».
La construcción y la industria son los sectores que más están sufriendo los efectos de la recesión. Los servicios «se están ajustando más lentamente a la velocidad nacional» y el transporte aéreo y el turismo, por contra, arrojan datos positivos. «Sevilla está apostado por un turismo de calidad, aunque la estancia media sigue siendo baja», apuntó.