Buenos Aires
Adrián Galia cuando el arte vuelve a casa
Ya lo dijo el poeta chileno, Pablo Neruda:"Confieso que he vivido una vida digna de poetas". La del bailaor Adrián Galia tampoco tiene desperdicio, es una vida solo al alcance de los grandes del flamenco, una estirpe de nómadas que parece haber encontrado su último refugio en Buenos Aires.
Tal viene siendo el camino de Adrián Galia, bailaor con una enorme carrera, tan rica en logrcomo en giros inesperados. Hijo de bailarines profesionales -Jorge Luis y La China, argentinos de origen, pero radicados en España-, Adrián nació en Buenos Aires y creció "durmiendo en los camerinos, entre el olor de las batas de cola de mi madre".
Adrián comenzó a estudiar en Madrid, en la Escuela del Ballet Nacional de España, y a los 17 años entró a una extraordinaria compañía flamenca, desde ese momento su carrera fue es ascenso, colaboró con Enrique Morente, creó sus propias compañías, fue primer bailarín y pareja de baile de Cristina Hoyos, la gran compañera de Antonio Gades.
Un día, Adrián decidió presentarse a una audición para la compañía del propio Gades. Media España en las pruebas y solo dos plazas. "Entro y me dicen ‘el maestro Gades lo ha elegido; su documentación por favor. ¿Sólo pasaporte?, ¿y su documentación española?". "No tengo", digo. "Lo sentimos mucho, Antonio no quiere bailarines extranjeros en su compañía".
"Pasan muchos años y en 2004, poco después de la muerte de Gades, me llega una carta de la Fundación que lleva su nombre proponiéndome formar parte de la Compañía Antonio Gades y hacer los roles que el maestro había creado para sí. Tanto tiempo después, la vida me devolvió aquello que había perdido".
"En clave flamenca"
Ahora Adrian vuelve a casa. El magnífico espectáculo "En clave flamenca", triunfa los jueves en la sala del Picadero en Buenos Aires, junto a su maravillosa compañera Loli Sabariego. A su lado los músicos locales, dirigidos por Héctor Romero, demuestran el altísimo nivel que los artistas porteños están alcanzando sobre las tablas.
Desde luego con bailarines como Galia en suelo bonaerense, los flamencos tenemos nuestras "noches de duende"aseguradas, nuestras dosis de arte hondo. Es una tendencia in crescendo por la que brindamos: los grandes cruzaron el charco para quedarse…
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