Francia
Zapatero pacta con Méndez aplazar la huelga general
El presidente sondea con Méndez la fecha de la huelga general / Las centrales deben notificar la convocatoria con diez días de antelación, según el decreto ley del 1977
En una jugada magistral, el jefe del Ejecutivo ha evitado que los sindicatos convoquen la huelga general durante la Presidencia española de turno de la Unión Europea, al posponer al 16 de junio la aprobación de la reforma laboral. A la hora de trazar esta estrategia, ha contado con cierta ayuda de su amigo el secretario general de la UGT. Hace días, sondeó a Cándido Méndez sobre la fecha del paro general, según confirman a LA RAZÓN fuentes sindicales y gubernamentales. En principio, el Ministerio de Trabajo barajó el 11 de junio, fecha en la que se reunirá el Consejo de Ministros de manera ordinaria, para sacar adelante los cambios del mercado de trabajo, con independencia de que haya o no acuerdo. Así se lo comunicaron los negociadores del Ejecutivo a los dirigentes sindicales y empresariales a finales de mayo pasado, aseguran estas mismas fuentes.Sin embargo, el presidente cambió de fecha y convocó un Consejo extraordinario para aprobar la reforma laboral el 16 de junio, un día antes del Consejo Europeo. Esta decisión no es gratuita, sino está adoptada deliberadamente. Los sindicatos deben notificar una huelga general con diez días naturales de antelación a la fecha de la convocatoria a la autoridad laboral competente (el Ministerio de Trabajo y las organizaciones empresariales representativas CEOE y Cepyme), según establece el decreto ley de huelga preconstitucional de 1977.
Por tanto, si el Ejecutivo aprueba por imposición la reforma laboral, el plazo comenzará a contar a partir del jueves 17 de junio y concluirá el sábado 26. Es decir, el paro coincidiría al final de la Presidencia de turno de la UE y con los octavos del Mundial, jornadas en las que podría jugar la selección española de fútbol. Las organizaciones sindicales no han convocado por principio nunca un paro de estas características en los meses del verano (julio y agosto), ya que estaría abocado al fracaso. Sin contar con que para garantizarse el éxito de la movilización deben antes «calentar» el país, al menos, unas semanas. Los preliminares de la última huelga general que convocaron, el 20 de junio de 2002, se prolongaron durante dos meses. De momento, no han movido ficha hasta constatar que se rompe la mesa de negociación abierta con el Gobierno y los empresarios y que hoy se volverá a reunir. En busca del éxitoLas dos centrales ven con buenos ojos hacer coincidir la convocatoria de la huelga general con las movilizaciones convocadas por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) el próximo 29 de septiembre. Bajo el lema «Recortes no, más crecimiento», intentará hacer llegar la voz de los europeos a las autoridades comunitarias contra los planes de ajustes de sus respectivos países, en un día en el que el Ecofin se reunirá.Para esa jornada, Grecia, Portugal, Francia e Italia han convocado huelgas generales en sus respectivos países. Si, al final, las organizaciones sindicales se inclinan por posponer la española para entonces, habrán dispuesto de casi tres meses para garantizar el éxito del paro. Fuentes sindicales aseguran a este diario que necesitan tiempo para preparar el clima, sobre todo, después de comprobar ayer el débil seguimiento que registró la huelga general de los empleados públicos. Según el Gobierno central, sólo el 11,8% de los 2,5 millones de funcionarios secundaron ayer las protestas contra el recorte de sus retribuciones decretado por el Gabinete de Zapatero en mayo pasado.
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