La rebaja salarial a los funcionarios será temporal y afectará a las extra

BARCELONA- Menos de 48 horas después del 20-N, avalado por el millón de votos a CiU –que sólo representa al 13,6 por ciento de los catalanes–, el president de la Generalitat avanzó que recortará salarios a los funcionarios y subirá tasas de servicios básicos para cumplir con el objetivo del 1,3 por ciento de déficit que le exige Europa.

La vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, ofreció ayer detalles muy mínimos sobre la rebaja de sueldos, que afectará a los 213.013 trabajadores que tiene en nómina la administración catalana. Será una reducción temporal acotada a 2012 que «afectará a una parte del complemento, seguramente dos veces al año», explicó en una entrevista a TV3. Aunque todo apunta a que perjudicará a las dos pagas extras, por la tarde, la secretaria de Administración y Función Pública, Pilar Pifarré, que dirigirá las negociaciones con los sindicatos, añadió que la reducción puede afectar a complementos salariales como podrían ser los de desplazamiento o disponibilidad. También concretó que se aplicará de forma proporcional sobre el sueldo a percibir.

Tras insistir, en la línea de Mas, en que como los funcionarios «tienen trabajo asegurado de por vida, es lógico que se les pueda pedir un sacrificio extra», Ortega aseguró que poco antes de que el president informara de este segundo tijeretazo avisó personalmente a los sindicatos. Pero los sindicatos acusaron ayer al Govern de eludir el diálogo.

La portavoz de CC OO, Dolors Llobet acusó de «falta de ética democrática» al equipo de Mas, a quien acusó de «esconder las cartas hasta superar las elecciones» porque «es imposible creer que este plan haya sido espontáneo».

Aunque «se oían rumores», en varios departamentos consultados por este diario, la noticia de Mas sorprendió a los trabajadores públicos.

Habrá movilizaciones
Los sindicatos prometieron guerra. Por lo pronto, CC OO, UGT e IAC, presentes en la mesa de negociación del sector público catalán, ayer fueron convocados, a través de una carta, a una reunión con la conselleria de Governació el próximo miércoles y el jueves a las nueve de la mañana.

Pifarré será la máxima representante del ejecutivo. CC OO tendrá siete representantes, entre ellos, Josefina Pujol, la portavoz y coordinadora del Área Pública; UGT, cuatro, con Xavier Casas, responsable del sector de la Generalitat, al frente, y la IAC, cuatro más, uno procedente del sindicato sanitario Catac y otro del educativo Ustec. De todos modos, los sindicatos lamentan que en la mesa del sector público no tienen margen de maniobra para alterar decisiones del Goven.

Los funcionarios, que ya sufrieron un recorte de las nóminas del 5 por ciento en 2010, plantarán cara. Preparan movilizaciones, aunque, «a priori» descartan la huelga. «Más que nada porque por día de huelga perdemos un día de sueldo, que en mi caso es de 80 euros», explica una trabajadora del Institut Català de la Salut. Los funcionarios creen que hay otras formas de reducir gastos. Por ejemplo, si se quitan las dos horas y media que los 31.079 trabajadores de administración y servicios están obligados a hacer por la tarde, la Generalitat se ahorraría pagar los 5,50 euros por tique restaurante y escatimaría en luz.
 

El PP no anticipará el fondo de competitividad
Un día después de que Artur Mas reclamara a Mariano Rajoy los 1.450 millones de euros que el Estado aún debe a Cataluña en concepto de fondo de competitividad, Jorge Fernández respondió en su línea «primum vivere deinde philosophari». Vamos, que el Gobierno primero se centrará en estudiar medidas para salir de la crisis. Aunque hace seis meses, el PP votara en el Congreso para que el Estado avanzara a Cataluña el pago del fondo de competitividad, Fernández lamentó que «ahora nadie puede anticipar nada», dada la situación, aunque avanzó que el PP cumplirá.