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Argentina

Madrileños por el mundo

La Razón
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Consumida ya la semana de pasión (también política), regresan los candidatos con las pilas cargadas para meterse de lleno en la campaña electoral. Tomás Gómez se fue a Argentina para buscar el voto de los madrileños por el mundo, a los que prometió tarjeta de la sanidad pública. Se podía haber ahorrado, sino el viaje, sí la propuesta, porque desde hace cuatro años los emigrantes madrileños disfrutan ya de este documento. Se marchó a tierras argentinas porque aquí, en Madrid, el caladero de votos posibles se le puede quedar escaso y, en consecuencia, hay que buscarlo en otras latitudes donde se pueda pescar con cebo o en forma de arrastre. Como cebo de pesca se llevó la promesa de dar tarjeta sanitaria pública a los madrileños por el mundo, a ver si pican en el anzuelo de las urnas con tan rico cebo. Lástima para Gómez que ese cebo estuviera caducado. Su gozo en un pozo, o su caña sin cebo.

Antes de viajar y prometer, Gómez debería saber que las promesas que va a ofertar ya no sirven porque existen como realidad, a menos que los electores no se hayan enterado por falta de información, o que se les quiera tomar por incautos. En Argentina, y como dice el tango de Juan Andrés Caruso: «Salió a contramano/ mi amigo, al nacer./ Por eso que todo/ le sale al revés». Por cierto, mientras Gómez regresaba de ultramar, descolgaban de la fachada de la sede del PSM el cartel de «Invictus», que derrotado por la burocracia administrativa y el principio de la ley, que es igual para todos los que quieren colgar carteles en fachadas de edificios protegidos. No perdamos de vista que andamos metidos en vísperas de unas importantes elecciones, y después de estos días de asueto, comenzará en breve una campaña donde lloverán promesas, ideas, ilusiones como un maná caído del cielo, aunque algunos electores, ya escamados, darán carácter de etéreo, fantasmagórico a ese maná de promesas inconsistentes.