Barcelona
El Barça suda los turrones
El Barcelona resolvió no con pocos problemas su enfrentamiento contra el Levante, al que sólo pudo someter en la segunda parte, con dos tantos de Pedro (2-1). Fue un partido menor de los barcelonistas, después de los recitales en anteriores citas en el Camp Nou.
barcelona- No se le dan demasiado bien al Barcelona de Guardiola los primeros partidos del año. Tradicionalmente, tampoco ha gozado de plácidas tardes en días señalados para algún homenaje. Y ayer, los dos escenarios se combinaron en uno solo. El club azulgrana rindió homenaje a Migueli, que vio cómo Xavi igualaba sus 549 partidos oficiales como «culé», y lo que pasó luego sólo sorprendió a los inexpertos. Pasó que el Levante se encerró y que el Barça tuvo que sudar hasta el último trozo de turrón navideño para amarrar una victoria fundamental en su encarnizada lucha por el título.
A pesar de que el Levante había encajado un sonrojante 8-0 en su último partido, nadie en el Barcelona se fiaba un pelo, conscientes del historial de su equipo en circunstancias como las de ayer. Por suerte para los azulgrana, y para el fútbol español, un chico canario y humilde emergió hace unos meses de la nada para convertirse en una pieza fundamental del engranaje del equipo de Guardiola. Un tal Pedro que encara las porterías contrarias como si no hubiera portero y que ayer volvió a convertirse en el salvador de su equipo. Vaya joya.
La primera parte no hizo sino venir a confirmar los temores de los azulgrana. Luis García tiró de la hoja de estilo de Caparrós y colocó a sus once jugadores en campo propio. Tan sólo Rafa Jordà se atrevía con alguna incursión en territorio enemigo, del que regresaba raudo y veloz para volver a defender. Falto de la intensidad y ritmo de otros envites, el Barça no conseguía mover el balón a velocidad suficiente para descolocar a la defensa levantina y el juego se tornó por momentos de lo más anodino.
Busquets, de central
Guardiola había resuelto la ausencia de Puyol, lesionado, y Piqué, sancionado, retrasando a Busquets junto a Abidal en el centro de la defensa, dejando su espacio para Mascherano en el mediocentro. El resto del equipo era el de gala, a excepción de Messi, claro, que lo vio desde la grada recién aterrizado de Argentina.
Todo lo que no ocurrió en la primera parte sucedió tras el descanso. Dos minutos tardó el Barcelona en abrir la lata «granota». Alves se plantó solo delante de Reina, aunque algo escorado hacia la derecha, y en lugar de chutar –parecía lo más fácil– cedió para Pedro, que se deshizo de su marcador y batió la portería valenciana con algo de suerte tras un rebote.
Aunque el Barça no había estado demasiado brillante, el tanto suponía un justo premio a su esfuerzo ante un equipo que sólo quiso defender. Los azulgrana salieron con la lección aprendida del vestuario y subieron un grado en su intensidad para sentenciar desde que Pérez Lasa decretó la reanudación. Otra vez Pedro lograba el segundo, un golazo, y otra vez a pase de Alves. Eran los peores momentos del Levante, que estaba completamente desbordado por el dominio azulgrana.
La falta de acierto del Barça en los últimos metros provocó la incertidumbre que se vivió en los últimos minutos. En una jugada aislada, Stuani enganchó una volea preciosa ante la que Valdés no pudo hacer nada. Quedaban diez minutos para el milagro y el Levante se lo creyó. Cada falta era colgada por Reina al área. Desde todas las partes del campo. La zozobra sobrevolaba el Camp Nou. El propio portero subió a rematar ya en el descuento. Pero entre su falta de acierto y el siempre discutible criterio de Pérez Lasa en su aplicación del reglamento, la misión «granota» quedó incompleta. El Barcelona seguirá líder una jornada más.
«Xavi, te queremos»
Cuando saltó al campo, Xavi se sorprendió. Una pancarta con su foto y el lema «Xavi, te queremos» le daba la bienvenida. «No me lo esperaba y no me gusta cuando no controlo la situación», bromeó luego. El de Terrassa sumó ayer su partido 549 como azulgrana e igualó el récord de Migueli, al que el público del Camp Nou obsequió con un merecido aplauso. El de Ceuta se fundió en un abrazo con Xavi y agradeció el gesto.
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