Cataluña

Pensiones vitalicias

La Razón
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Quien creyera que el mes de agosto sería tranquilo estaba equivocado. Los mercados no entienden de vacaciones y la prima de riesgo está por las nubes. Esta situación preocupante para todos los españoles no lo es para el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Él sí que está de vacaciones. Va y vuelve de Doñana aunque, teniendo en cuenta su estatus, la situación le trae al pairo.
De no ser así hubiera convocado antes las elecciones generales. Una situación complicada como la actual no puede estar supeditada a los designios de una persona. Pero aquí parece que impera el España «is different» y lo demostramos a diario.
La solución estriba en que los mercados internacionales se tranquilicen. Con toda probabilidad España no será rescatada. Ahora bien, este entrar y salir de la UCI no es bueno. Además, pagaremos muy cara esta situación económica. No sólo nosotros, sino nuestros hijos y nietos.
Mientras nos recuperamos, Rodríguez Zapatero descansará en su tierra natal, al margen de los mercados, y con una pensión vitalicia. En definitiva, le acabaremos pagando la jubilación a un personaje nefasto para la política española.
Ante esta circunstancia tendríamos que aplicar una ley no escrita, por la cual los presidentes cobraran por el trabajo realizado durante su mandato y no por el hecho de haber encabezado el Gobierno. De ser así Rodríguez Zapatero, a partir de las elecciones del 20-N, se tendría que buscar un empleo para sobrevivir.