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Regla de oro y Constitución por Bruno Aguilera-Barchet

La Razón
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La crisis ha precipitado una vuelta de tuerca esencial en el proceso de integración europea. Para comprender lo que ha pasado hay que recordar que en Europa no se ha seguido el ejemplo norteamericano y no se ha procedido a la fundación de un «súperestado» situado por encima de los distintos estados en algunas materias (método federal), sino que se avanza en la integración restringiendo una a una las competencias que se sustraen a los estados (método comunitario). Y eso complica considerablemente las cosas, ya que jurídicamente los Tratados en los que se basa la Unión Europea están jerárquicamente por debajo de las 27 constituciones nacionales. Por eso, cualquier nueva restricción a la soberanía nacional, como en este caso la «regla de oro» (establecimiento de un límite comunitario de déficit y de endeudamiento), debe incorporarse a cada texto constitucional. España ya ha hecho los deberes al modificar el artículo 135 de la Constitución. No obstante, lo novedoso en lo acordado ayer en Bruselas es que la integración en el sistema jurídico nacional de la «regla de oro» debe ser verificada por el Tribunal de Justicia de la UE y que los presupuestos nacionales van a ser controlados previamente por la Comisión Europea. Pero mientras no se aborde la federalización de Europa los Tratados siguen estando por debajo de las constituciones.
 

 

Bruno Aguilera-Barchet
Catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos