ANÁLISIS Un sistema no tan robusto

¿Cree que la intervención de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) por parte del Banco de España ha influido en la bajada de ayer de la bolsa y en la subida de la prima de riesgo?
–Todo el mundo sabía que la CAM estaba en una mala situación. Desde este punto de vista, la intervención es percibida de forma positiva por los mercados, porque entienden que dicho problema está en vías de arreglarse. Sin embargo, la intervención por parte del Banco de España constata también que el sistema financiero español no es tan robusto como se dijo en su momento, algo que también perciben los mercados.

¿Podemos respirar tranquilos después del acuerdo sobre el segundo rescate griego, como dijo el pasado viernes Alfredo Pérez Rubalcaba?
–El acuerdo sobre Grecia es una operación que refuerza a Alemania como país, y en la que hay un poco de rescate y un poco de «default». Esto significa que habrá una parte de la deuda que no se va a pagar, lo que no es del todo malo. Dicho esto, desde luego que no podemos respirar tranquilos. Aunque supone un paso en la buena dirección, todavía nos encontramos en mitad de la película y, desgraciadamente, continuará habiendo tormentas.

¿Necesita España aplicar más ajustes para calmar a los mercados?
–Por supuesto. España precisa de más ajustes que los realizados hasta ahora, y constituirían un buen recado para los mercados. El problema es que el Gobierno actual se encuentra en tiempo de descuento.

¿Puede España aguantar durante mucho tiempo más con una prima de riesgo por encima de los 300 puntos básicos?
–La prima de riesgo encarece la financiación y afecta al crecimiento económico, lo que supone una gran desventaja competitiva para el país y para las empresas. Por eso, no puede continuar durante mucho más tiempo a estos niveles.

¿Ha afectado también a la evolución de la bolsa la falta de acuerdo en Estados Unidos sobre el techo de gasto?
–Lógicamente, la marcha de Estados Unidos influye en todas las economías y no ayuda a la recuperación. Pero el nuesto es un problema genuinamente europeo.