Y la novia no vistió de Zara sino de Narciso Rodríguez

Madrid- «Este vestido ha sido el resultado de una colaboración muy estrecha de Marta con su amigo personal el diseñador Narciso Rodríguez. Los dos han trabajado conjuntamente con mucha ilusión para conseguir hacer realidad la idea de Marta, un traje donde primara la sencillez». Este es el escueto comunicado a través del cual se confirmaba un rumor que comenzó ayer por la mañana y que tiraba por tierra la leyenda urbana que se dio por hecho en los últimos meses. Marta Ortega no fue al altar enfundada en un modelo de Zara. Tampoco se trataba de una estrategia comercial para que el grupo Inditex diera su salto a unos de los pocos ámbitos del sector textil que no han catado: los vestidos de novia. El elegido fue el diseñador cubano-americano Narciso Rodríguez, que saltó a la fama en 1996 cuando vistió de blanco a Carolyn Bessete, la mujer del hijo del presidente Kennedy, que perdió la vida tres años después en un accidente aéreo. Fue su de despegue para convertirse en modisto de referencia para la «high class» norteamericana. Y es que ahí no acabaron sus relaciones con la Casa Blanca, que han sido clave en su salto a la fama. Rodríguez es uno de los diseñadores favoritos de la primera dama estadounidense, Michelle Obama. De hecho, fue él quien la vistió el histórico día en el que su marido se convirtió en presidente electo. La primera dama lució para la ocasión, en noviembre de 2008, un atrevido vestido rojo, ya que fue la apuesta del modisto por los colores intensos lo que encandiló a la señora Obama. Aunque Rodríguez ha trabajado para numerosas celebridades, como Salma Hayek y Sarah Jessica Parker, la admiración que le profesa Michelle es la que más ha impulsado su carrera. Y este sentimiento es recíproco entre la familia Obama y el famoso diseñador: la semana pasada apoyó públicamente, junto con otros iconos de la moda, la candidatura de Obama para volver a ser elegido presidente de los EEUU el próximo 6 de noviembre. Pero la vida de este ya reconocido profesional que tiene como objetivo «crear piezas que embellezcan a la mujer», no siempre ha estado rodeada de tanto glamour. Hijo de emigrantes que huyeron de Cuba tras la llegada de Fidel Castro, nació en Nueva Jersey en 1971. Sus padres no querían que se dedicase al mundo de la moda, pero el perserveró tanto que no pudieron evitarlo. Y a juzgar por su carrera, no tienen motivos para lamentarlo, pues, tras pasar por diferentes casas de moda, ha creado la suya propia.

El que sí cumplió con la familia fue el novio. Sergio Álvarez optó por un traje de Massimo Dutti que combinó con unos zapatos modelo cónsul comprados en Church's.

Un modisto fiel a sí mismo
- Su reciente desfile en la Semana de la Moda de Nueva York es fiel reflejo de su estilo, marcado por la sencillez de las formas geométricas y la asimetría.
- De su colección para el próximo otoño-invierno destacan los estampados de colores, especialmente rojos y naranjas, y la mezcla de texturas.
- Algunas de las prendas que más llamaron la atención de las que mostró el creador de origen cubano fueron sus abrigos y sus faldas más cortas por delante, que miraba con atención GloriaStefan.