Barcelona
Cristina Cifuentes: «El PSOE apoya al 15-M como a todo lo que suponga ir contra el Gobierno»
«Afronto el aniversario de los "indignados"con normalidad, no es lo más importante que está pasando ahora en España», dice Cifuentes
MADRID- Es consciente de que hay miles de ojos puestos en ella durante estos días. Sabe que su gestión ante el primer aniversario del 15-M será analizada con lupa y cada movimiento, comparado con el de su antecesora, Dolores Carrión, que permitió mes y medio de acampada en la Puerta del Sol. Pero nada de esto intimida ni presiona a Cristina Cifuentes que, a lo largo de sus tres meses en el cargo, ha demostrado no achicarse ante las situaciones adversas.
–Todos están pendientes de usted. ¿Siente la presión?
–Desde que asumí este cargo lógicamente noto más presión que antes como diputada de la Asamblea de Madrid. Pero estos días he estado con tanto trabajo que ni he tenido tiempo de darme cuenta.
–Dice que ha intentado comunicarse con el 15-M pero que nadie ha respondido. ¿Cómo afronta ahora su aniversario?
–Con tranquilidad. No quiero darle un sesgo fuera de la normalidad. El aniversario del 15-M no es lo más importante que está pasando ahora en España.
–En 2011 se quedaron casi tres meses acampados. ¿Tienen posibilidades de repetir la «hazaña»?
–De ninguna manera. La ley es clarísima al respecto: las acampadas en las ciudades son ilegales y no las voy a consentir.
–En su inicio, usted simpatizaba con el movimiento...
–En la preocupación por la situación económica, por la falta de perspectivas de la juventud; cuestiones como la reforma de la ley electoral o la disminución de las subvenciones a partidos, sindicatos y organizaciones empresariales me parecían muy lógicas. Dejé de creer en ellos viendo su evolución. Ahora tienen una ideología cercana a la extrema izquierda y, en muchos casos, con planteamientos antisistema.
–¿Cree que han influido en la política española?
–Algunos partidos han intentado rentabilizar el movimiento. El año pasado lo intentó hacer claramente el PSOE pero, a la vista del resultado, les salió mal. Ahora los socialistas les apoyan, como hacen con todo lo que suponga salir a la calle contra el Gobierno. Y, de manera muy directa, les apoya IU que estoy segura de que irán a Sol este fin de semana.
–¿Hay algo más que ciudadanos indignados detrás del 15-M?
– Aunque el 15-M sea muy heterogéneo y no reconozcan dirigentes, están mucho más organizados de lo que nos quieren hacer ver. Tienen un soporte legal evidente por parte de algunos bufetes de abogados y también un importante soporte económico.
–¿Qué futuro les augura?
– Me gustaría que fuera un movimiento de regeneración de la vida política. Un movimiento donde se puedan canalizar las inquietudes sociales, en democracia es sano y cabe. Lo que no me gustaría es que evolucionaran hacia posiciones aún más radicales. Incluso que ellos mismos no dieran cabida a cualquiera que tuviera planteamientos violentos.
–¿Tendrían que formar un partido?
– No necesariamente. La sociedad también se puede vertebrar en otro tipo de organizaciones o movimientos.
–Tiene hijos jovenes, si un día le dijeran que acuden a las asambleas del 15-M usted...
–Siempre les he dejado que tomen las decisiones por sí mismos y me han demostrado sentido común. Sólo me preocupa que no se metan en líos, su forma de pensar la respeto.
–En Madrid el movimiento no es tan radical como en Barcelona o Valencia. ¿Le preocupa que ocurra lo mismo?
–El riesgo de radicalizarse vendrá si el movimiento pierde apoyo social pero, hoy por hoy, es un movimiento pacífico y no creo que en Madrid corramos ese riesgo.
–Muchos estarán esperando a ver si da o no órdenes a la Policía para intervenir. Le van a colgar la etiqueta de «mala» o de «permisiva»...
–Me dan igual las etiquetas. Mi cometido es aplicar la ley y compatibilizar los derechos de todos los ciudadanos. No estoy pendiente de que me den el carné de buena o de mala pero es un poco inevitable. Sólo sé que se cumplirá la ley, para lo bueno y para lo malo.
–No quiere que le comparen con nadie pero ¿preferiría que la metieran en el saco de su antecesora o de su homóloga en Valencia?
–En un caso se miró hacia otro lado y en otro se ha aplicado la ley. Cada cual tenemos una manera de actuar y la mía la he dejado muy clara: aplicar la ley con firmeza, cuando hay que hacerlo, utilizando el sentido común y la flexibilidad. La ley tiene que ser igual para todos. No quiero compararme con mis predecesoras pero creo que las circunstancias a las que tenemos que hacer frente son diferentes. Tomamos decisiones teniendo en cuenta circunstancias que el resto desconoce, no me gusta hacer críticas. La única que hago es que yo creo que no debía de haber permitido una acampada tan larga. Fue un error que yo no voy a cometer.
–¿Cree que puede ser un error ordenar a la Policía intervenir cuando haya miles de manifestantes en Sol?
–Las actuaciones de la Policía siempre tiene que ser proporcionales a la situación a la que se enfrentan. Es un cuerpo muy profesional y tengo una gran confianza en ellos y en su buen hacer. Aquí no hay recetas mágicas ni un manual a seguir. Las decisiones se toman en base a las circunstancias y a priori es muy difícil prever. Tienen que ir encaminadas a restablecer el orden y a evitar que se cometan delitos, La Policía no reprime manifestaciones pero también defiende el derecho del resto y evita que se cometan actos delictivos.
Un día clave para la delegada
La delegada del Gobierno en Madrid vivió ayer una de las jornadas más importantes desde que accedió al puesto el pasado enero. Pero otros compromisos laborales y personales impidieron que las marchas por el aniversario del 15-M eclipsaran el sábado de Cristina Cifuentes.
El 168 aniversario de la Guardia Civil, en el colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro (Madrid), contó ayer por la mañana con la presencia de la delegada que no se separó ni por un momento de su teléfono móvil, ni siquiera para hacerse las fotos para esta entrevista.
El hospital Clínico fue la siguiente parada de Cifuentes en la mañana. Alvaro Spottorno, de 31 años de edad, y concejal de Pozuelo de Alarcón falleció ayer en un accidente de tráfico y la delegada quiso acompañar a su familia en estos difíciles momentos.
Desde su despacho y rodeada de su equipo Cifuentes siguió el transcurso de las marchas de los «indignados» hasta bien entrada la noche.
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