Más recortes en empresas públicas

Los protagonistas del Debate llegan a la Asamblea en muy distinta situación. Aguirre lo hace con el 93 por ciento de los deberes electorales hechos y con un Plan de Austeridad, aplicado ahora a los organismos regionales, que centrarán gran parte de las dos jornadas. El objetivo es reducir entes «útiles, aunque no imprescindibles» y sustituir «subvenciones por préstamos», ha adelantado. La presidenta también sube al estrado con algunos asuntos pendientes, como la Ley de la Cañada Real, prácticamente abocada a no aprobarse esta legislatura, y con el proyecto del Aeropuerto de El Álamo apenas dibujado.

El caso de Gregorio Gordo es diferente. El coordinador de IU se afanará en intentar mostrar que hay vida más allá de Aguirre y de las primarias del PSM con sólo dos bazas: la de la huelga general convocada para dos semanas después del debate y la de la recientemente aprobada reforma laboral. Interesante será ver si el coordinador de IU es capaz de arrinconar al PSOE y no vuelve a dirigir el tiro hacia el PP, a pesar de su nula responsabilidad en las políticas económicas del Gobierno. Por su parte, el PSM se verá obligado a ponerse un año más las dos máscaras con la que su portavoz, Maru Menéndez, suele aparecer en el hemiciclo. Primero se enfundará su preferida: la careta con la que critica al Gobierno regional con un discurso al más puro estilo «social-obrerista». Pero tras la primera réplica ya sea de PP o de IU, Menéndez tendrá que cambiar de careta y ponerse la oficial, la que lleva la cara Zapatero, con la que tendrá que defender, si quiere atacar, sus políticas económicas, su reforma laboral, el giro dado en materia social y con la que deberá ponerse, por primera vez a lo largo de su dilatada carrera sindicalista, frente a UGT y Comisiones Obreras.

Que la atención estará un año más en la grada no se le escapa a nadie. ¿Se encontrarán allí los dos aspirantes socialistas a batirse contra a Aguirre? Todo apunta a que Tomás Gómez no se «fumará» la cita (como hizo con el debate sobre la crisis de febrero) y aparecerá en la tribuna de invitados. Junto a él, lo propio sería que la ministra de Sanidad aparque sus tareas ministeriales un día más, para tomar nota de lo que le puede esperar el próximo curso. Quienes no acudirán serán los representantes sindicales que estarán preparando la huelga del 29-S.


Otra revuelta en las filas socialistas
Los partidarios de ambos bandos en las primarias del PSM se lanzaron ayer de nuevo los trastos a la cabeza a cuenta, esta vez, de un SMS masivo de apoyo a Trinidad Jiménez. Al parecer el mensaje se envió a varios militantes socialistas indicando los resultados favorables a la ministra de una encuesta. El entorno de Tomás Gómez reaccionó criticando el juego sucio, mientras que los afines a «Trini» negaron el envío de los SMS.