Sevilla

«Todo sigue igual en Los Montecillos» tras la paliza a cuatro agentes

El afectado sigue de baja, tratando de recuperar la movilidad en el brazo dañado y con secuelas psicológicas.

EL BARRIO. Las agresiones han tenido lugar en el nazareno barrio de Los Montecillos
EL BARRIO. Las agresiones han tenido lugar en el nazareno barrio de Los Montecilloslarazon

SEVILLA- «Todo sigue igual», asegura, contundente, uno de los guardias civiles heridos en el ataque junto al cuartel de Los Montecillos, en Dos Hermanas, ocurrido el 10 de octubre de 2009. La semana pasada, otros dos policías nacionales fueron agredidos cuando trataban de detener, precisamente, a uno de los implicados en el ataque anterior. Los dos afectados –como en octubre– pasaron por el hospital y uno de ellos, incluso, por el quirófano. «Indignación» es el sentir generalizado en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.D. R. O. continúa de baja por las secuelas de la agresión, con lesiones en el brazo en el que recibió varios cortes de arma blanca. «La muñeca aún no realiza movimientos completos», cuenta. El guardia civil asegura que está «más recuperado», pero que aún le queda «algún tiempo de rehabilitación». Psicológicamente, «pensaba que no me había afectado», pero «no es así». «Quizás en la vida cotidiana no se nota, pero sí en momentos puntuales, de tensión, que antes eran episodios normales», explica. «Ahora, si tengo que rodear una manzana para no ir por una calle, lo hago; trabajando, no podré hacerlo», reconoce el guardia civil. «No fue una simple paliza, fue una paliza para intentar matar a alguien», describe. Tras la agresión, se requisaron armas blancas, palos y bates de béisbol. El segundo agente afectado, S. M. G., ya se ha reincorporado.«La diferencia (entre las dos agresiones) es que nosotros salimos a pedir explicaciones porque, como es habitual allí, estaban tirando piedras al cuartel; pero ese día había niños en el acuartelamiento», ya que celebraban la fiesta de la Hispanidad. «Los policías fueron a identificar a uno de los supuestos autores de la lesiones que sufrimos», relató D. R. O. a LA RAZÓN de Sevilla. «En nuestro caso, aunque nos identificamos, alegaron que íbamos de paisano. A ver qué dicen ahora, porque los agentes iban de uniforme», recuerda.El guardia civil habla del barrio de Los Montecillos como «una zona con gente de todo tipo, pero que en los últimos tiempos se ha llenado de personas conflictivas». «Yo antes vivía allí y, a raíz de la agresión, lo dejé». Al parecer, tras los sucesos de octubre, «la situación se tranquilizó, pararon las carreras de coches y la gente de la droga estuvo más tranquila». Hasta la semana pasada, cuando otros dos agentes acabaron en el hospital. «La normalidad para ellos es hacer lo que quieren. Se les ha ido permitiendo cosas y han comido terreno (a la ley)». La «indignación» se suma a la «impotencia» cuando, como la semana pasada, alguno de los detenidos cuenta con un largo historial delictivo. El cuarto implicado en la agresión de Los Montecillos contaba 16 arrestos anteriores. «Lo sufren, sobre todo, en Seguridad Ciudadana, que detienen una y otra vez a los mismos» delincuentes, lamenta.Resulta inevitable, considerando que los agentes no cuentan ni con elevados sueldos ni un gran reconocimiento social, y más aún tras una agresión de este tipo, la pregunta: «¿Me merece la pena seguir?». «Te juegas la vida por algo. Es como un hijo. Sabes que te va a dar muchos quebraderos de cabeza, pero una sonrisa puede con todo lo demás. Con eso es con lo que te quedas».

Cronologíaoctubre 2009 -abril 2010Agresión- El 10 de octubre se celebraba el día de El Pilar en una nave anexa al cuartel de Los Montecillos. Varios agentes salieron a recriminar la acción a los vecinos que tiraban piedras al acuartelamiento, algo que sucedía con frecuencia. Dos agentes acabaron en el hospital por la paliza recibida.- La Guardia Civil requisó armas blancas, bates y palos tras la agresión.- Varios días después, se detuvo por la paliza a P. H. R., de 21 años; M. H. R., también nacido en 1988; y J. H. R., de 20 años. Segundo ataque- Dos policías nacionales resultaron heridos –una lesión en el hombro y una conmoción cerebral– el 26 de abril, cuando procedían a la identificación y detención de Juan H. G., en busca y captura por la paliza a los guardias civiles. Se trata del padre de los tres detenidos con anterioridad, que fue protegido por sus familiares.