Rajoy presume de ganar entre los jóvenes y los nuevos votantes

Rajoy se mostró muy optimista en la reunión a puerta cerrada de la Junta Directiva Nacional del PP, a la vez que envió un mensaje de prudencia y recomendó huir del triunfalismo para conseguir una victoria holgada en las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

Fuentes de la dirección nacional aseguraron que Rajoy se centró en explicar el incremento de votos que el PP está detectando en todos los sectores de la población, pero especialmente entre los más jóvenes. Rajoy adujo que el PP ha dado la vuelta a la intención de voto entre los menores de 30 años y los nuevos votantes, los que por primera vez podrán acudir a las urnas en las generales previstas para el año que viene. Indicó que, en ambos casos, los estudios sociológicos a su alcance ponen de manifiesto que el PP ganaría en votos a pesar del escepticismo y el alejamiento de los jóvenes con la clase política.

Trasvase de votos
La llegada de votantes también llega, según dijo, de antiguos partidarios socialistas. Señaló que se está produciendo un trasvase del PSOE al PP que permite que haya un 12% de personas que en las últimas generales optaron por Zapatero y que ahora se muestran dispuestos a votarle a él.

A partir de datos extraídos del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Rajoy argumentó que el PSOE sufre una pérdida continua de votantes. Indicó que su fidelidad ha caído al 40% (60% con la simpatía incluída) frente al 80% del PP (90% con simpatía).

Pese a los datos, Rajoy recomendó no confiarse porque la ventaja de las encuestas está extraída en clave nacional y cree que no tendrá el mismo efecto en las municipales y autonómicas de mayo. Como prueba, recordó la escasa diferencia que se ha producido entre PSOE y PP en los comicios locales durante los últimos 15 años.

Aprender del pasado
Rajoy esgrimió que en 1995 el PP ganó las municipales por cinco puntos y luego en 1996 sólo venció a Felipe González por uno. Recordó que en 1999 venció en las municipales por un punto y luego arrasó en las generales con 10 puntos, lo que facilitó a Aznar alcanzar la mayoría absoluta. En 2003, reconoció que el PP perdió las municipales por un punto y al año siguiente perdió las generales por cuatro.

Pero lo peor llegó en 2007, cuando ganó las municipales por la mínima en unos comicios que auguraban un posible cambio político y diez meses después perdió las generales de 2008 por tres puntos y medio. La conclusión, en su opinión, es que el PP no se puede fiar de las encuestas y debe trabajar ante los comicios de mayo centrándose en los temas que más preocupan a los ciudadanos: empleo, economía y austeridad en el gasto público.