Pilar Urbano responde a «cómo pudo don Juan Carlos recuperar el trono»

SEVILLA- Se llama don de la oportunidad. Cuando Pilar Urbano (Valencia, 1940) acabó «El precio del trono» (editorial Planeta), allá por el 25 de agosto, «no sabía que iba a haber rayos y truenos sobre la Familia Real».

Urbano, que presentó el libro esta semana en Sevilla, recorre en una novela de casi mil páginas la historia de España con el punto de mira puesto en la vida de Don Juan Carlos de Borbón. El Rey «pagó un alto precio por llegar al trono, pero también un precio personal muy costoso, porque vivió casi 30 años en una cohabitación esquizoide entre la corte de El Pardo y la corte de Estoril», aseguró la biógrafa. Se trata de una obra escrita «ni para el Rey ni contra el Rey».

El libro nace de una pregunta «elemental»: ¿Cómo pudo don Juan Carlos recuperar un trono «perdido en 1931 por Alfonso XII, confiscado por Franco y usurpado durante 40 años, y negado a Don Juan, que era el heredero legítimo?». Al respecto, «no había información nueva, sino la que habían repescado de los ministros», explicó la autora.

De esta primera cuestión, surge, ineludiblemente, otra: «¿Cuál fue el precio del trono?». «Pues se ve que por encima del Rey hay otros hilos, ya que además de someterse a Franco durante 27 años, y puentear a su padre, don Juan Carlos se tuvo que plegar a Washington, que quería una evolución política tranquila, sin vuelcos a la izquierda, y una España enganchada a la Alianza Atlántica», explicó Urbano.

«Además del precio político, hubo un precio personal muy costoso, porque Juan Carlos vivió casi 30 años en una cohabitación esquizoide entre la corte de El Pardo y la corte de Estoril, entre el régimen de Franco y el monarquismo de Don Juan».

La última obra de Urbano «es el resultado de siete años de investigación». «Lo más difícil y apasionante» fue el episodio de «de la presencia de la CIA en el asesinato de Carrero Blanco, que me ha costado diez años de investigación», recogió Ep. Hasta después de este libro, «no era historiadora», admite. «Disponer de independencia y tiempo me ha permitido pasar la línea del periodismo a la historia».

El Rey arribó como «un chico tímido, con pocos recursos, con lengua de trapo, que llegó a España como hijo de la derrota, de una Familia Real expoliada y sin dinero, al que Franco protege por ser su criatura, y que además tuvo la desgracia de matar a su propio hermano». Pero, como todo monarca, «con la pasión dominante de reinar». «Con el tiempo tuvo que blindarse y endurecerse como un galápago porque vivía ‘rodeado de caimanes al acecho', como él mismo decía», relata Urbano. «La vida del príncipe heredero fue un esperar aprendiendo, pero a la vez no tenía nadie de quien aprender, y llegado el momento habría que hacerlo todo de nuevo», subrayó.

El papel de la reina Sofía no pasa de largo en la obra. «Con más o menos amor, pero buenas dosis de compañerismo, ha estado siempre a su lado y de su lado», dándole «seguridad en El Pardo, en sus hechos y en su destino», porque Juan Carlos «es un hombre que tiene que sobrevivir a dos mundos enfrentados, ya que cada vez que va a Estoril allí no es nadie, mientras que en España es el sucesor». «Mi marido se inventó lo que nunca hubo en España: una Monarquía democrática», le dijo doña Sofía a la autora. «Juan Carlos renunció al poder absoluto y trasladó la soberanía al pueblo». «El precio del trono» es, al fin, un libro «de investigación, hecho con objetividad mineral y tomando distancia, en el que los hechos los van descubriendo los propios protagonistas». «No he puesto el reloj en hora con La Zarzuela», asegura Urbano.