Transportistas y estaciones de servicio elevan la voz

Valladolid- Salvo sorpresa, el martes se aprobará en las Cortes la Ley de Medidas Tributarias, Administrativas y Financieras de la Junta para hacer frente el déficit. Una norma que incluye una serie de medidas cuanto menos polémicas que están movilizando a la calle. Como por ejemplo, el aumento de dos horas y media de trabajo a la semana para los funcionarios, o el denominado ‘céntimo sanitario', que gravará el consumo de carburante 4,8 céntimos de euro por cada litro repostado a partir del 1 de marzo, y cuya recaudación se destinará a garantizar la calidad de la Sanidad pública de la Región.
Los sindicatos de la Enseñanza y la Sanidad se han movilizado en varias ocasiones para hacer frente al aumento de horas laborales, pero ahora son los transportistas, propietarios de estaciones de servicio, taxistas, distribuidores de petróleo e incluso los agricultores de Asaja, los que elevan ahora el tono de su voz, cabreados por la medida y porque la Junta no responde a sus peticiones de reunión. Mañana han convocado una protesta pacífica ante la Consejería de Hacienda para denunciar los graves perjuicios que, en su opinión, esta medida va a acarrear a la Región. Los manifestantes depositarán más de 500 llaves en un gesto simbólico que pretende hacer ver el cierre de negocios que supondrá esta medida.
Transportistas y ‘gasolineros' calculan que este «centimazo sanitario» supondrá que con un recorrido anual de entre 15.000 y 30.000 kilómetros una persona pueda pagar hasta 136 euros más al año. Y avisan de que la Junta no solo no va a recaudar 140 millones de euros, como avanzó recientemente la consejera Pilar del Olmo, sino que, más bien, dejará de ingresar entre 143 y 223 millones «porque el consumo descenderá entre un 20 y un 30 por ciento». Se basan en los efectos que en tan solo un mes está teniendo esta medida en la Comunidad Valenciana donde ya se aplica la medida. Además, advierten de que las gasolineras situadas en zonas limítrofes serán las más perjudicadas y prevén que más de dos mil trabajadores se irán a la calle. «Al final, todo esto lo que va a hacer es encarecer el precio de todo, con lo que el gran perjudicado será, como siempre, el consumidor», dice Lino Rodríguez, responsable de Asaja en Valladolid, al explicar que se suman a las protestas por el perjuicio que hará al sector lácteo, o al agricultor que cultiva remolacha, cebada o trigo, ya que necesita de camiones para transportar la mercancía.
La veintena de asociaciones empresariales que se han unido consideran que la no aplicación de esta tasa permitirá a Castilla y León ganar en competitividad con otras regiones, así como incrementar sus ventas, lo que permitiría a Hacienda ingresar 28 millones de euros más. Asimismo, llevarán a cabo una campaña informativa en la que distribuirán medio millón de dípticos y 250.000 pegatinas para informar a los ciudadanos.