Presidencia del Gobierno

El desgobierno de RTVE

La Razón
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Es cierto que no era fácil alcanzar un acuerdo a pocas semanas de unas elecciones generales, pero la situación caótica en que se encuentra RTVE tras la dimisión de Oliart es un escándalo y un despropósito. Lo es que el consejo de administración se haya convertido en un pintoresco reino de taifas que llega al extremo de que cada mes hay un presidente por turno rotatorio. Es una situación digna de entrar en los anales del disparate nacional. La última chapuza ha sido un zafio intento por controlar, en la peor de las interpretaciones, o supervisar, en la más benévola, los telediarios. Una bufonada que retrata a los consejeros que la impulsaron. Lo normal y decente es que dimitan, pero ya se sabe que en este país nadie tiene estos gestos de dignidad y mucho menos de renunciar a un chollo como el consejo de RTVE. El problema es que la corporación es un barco que navega sin rumbo y sin el liderazgo necesario de un presidente que ponga orden a tantos despropósitos. No sólo han cometido un error sino que han hecho el ridículo.