El líder independentista flamenco intenta calmar los temores valones

LUXEMBURGO- Puede que Bélgica no amaneciera ayer más dividida que la víspera, pero el periodo que se inauguró traerá cambios que, probablemente, vaciarán de contenido el cascarón del Estado federal en un futuro no muy lejano. El ganador de las elecciones, Bart De Wever (Nueva Alianza Flamenca), que arrasó en el norte con el mensaje de la división del país entre flamencos y francófonos, se reunió con el rey Alberto II, abriendo así el periodo para la formación de un nuevo Ejecutivo. El monarca belga llamará próximamente al otro gran triunfador en la mitad francófona, el socialista Elio di Rupo. Estos dos hombres tendrán la responsabilidad de formar un Gobierno de coalición dentro del peculiar sistema belga, donde las dos principales comunidades lingüísticas, flamencos (60%) y francófonos (30%), no comparten ni partidos ni medios y puede que en no mucho tiempo se repartan los restos de un Estado federal.Éste es el objetivo de De Wever, quien ayer, sin embargo, siguió tranquilizando a los valones, que temen la marcha de la próspera Flandes. «Ningún partido obtiene todo lo que quiere en una negociación», indicó este historiador de carrera que quiere emprender la sexta reforma constitucional del país con la que acelerar la transferencia de competencias. Sin embargo, De Wever es consciente de la urgencia de otras prioridades, como el enorme endeudamiento del país.Al menos cuatro partidos serán necesarios para formar una coalición y se espera que el Rey celebre con rapidez más consultas con los líderes de los partidos flamencos y francófonos para dibujar la composición del futuro Gobierno que deberá liderar la UE el próximo semestre. Del resultado de su primera ronda, encargará a uno de los líderes la formación del Gobierno, pudiendo delegar primero esta función en un mediador para tantear las diferentes opciones dentro del complicado panorama nacional, que en las elecciones de 2007 requirió 296 días para cerrar una coalición.«La cuestión evidentemente es saber si Bart De Wever es realmente capaz de formar parte de un proceso de negociación con los francófonos», se preguntaba ayer el diario francófono «La Libre Belgique».

ANÁLISISUn Gobierno de coalición para intentar salvar Bélgica- ¿Será el separatista De Weber el próximo primer ministro belga?–Él ha dicho que no tiene ningún interés en ostentar el cargo, ya que los líderes flamencos que han sido jefes de Gobierno han acabado moderando su retórica independentista. Es mucho más probable que el socialista valón Elio di Rupo sea el próximo primer ministro.- ¿Podría formarse un Gobierno sin la Nueva Alianza Flamenca? –Si los socialistas –francófonos y flamencos– llegan a un acuerdo con liberales, democristianos y reformistas, pueden, sobre el papel, formar Gobierno. Eso evitaría ataques financieros sobre la economía belga. Sin embargo, para los partidos flamencos sería un suicidio político no atender a las demandas de sus votantes. - ¿Sin acuerdo, habría nuevas elecciones?–Si las negociaciones se extienden durante meses, una nueva convocatoria electoral será inevitable a pesar de que no se prevén cambios de opinión entre los electores de uno y otro signo.