Los sindicatos fían el acuerdo a que el Gobierno presione a la CEOE

MADRID- Los sindicatos confían en la capacidad del Gobierno para convencer a la CEOE de que rebaje sus pretensiones de máximos en aras del consenso sobre la reforma laboral, según confirmaron ayer a LA RAZÓN fuentes de las organizaciones sindicales. Las centrales están dispuestas a atenuar «aún más» sus demandas y, a cambio, esperan que la patronal, empujada por el Ejecutivo, sea capaz de hacer lo propio. En estos momentos, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, mantiene un contacto telefónico permanente con los interlocutores sociales. Por eso confían en su buen hacer a la hora de atraerse a los patronos al pacto.
Consideran que al logro de este escenario ayudarán las «dos velocidades» que mantiene la patronal en la negociación, con una postura no monolítica. Según estas mismas fuentes, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, es más proclive al acuerdo que Arturo Fernández, el máximo responsable de CEIM.

De momento, los sindicatos decidieron ayer no tirar la toalla. Por tanto, los agentes sociales se volverán a reunir hoy de nuevo, después de que ayer, una vez más, Juan Rosell, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo constataran las diferencias que separan a los dos bandos de estampar sus rúbricas en un pacto. Pese a ello, los sindicatos se niegan a considerar el encuentro de hoy como el último de esta negociación. No obstante, los secretarios generales de UGT y CC OO tienen previsto anunciar mañana su posición sobre la reforma laboral. Ambos líderes sindicales despejarán, en principio, la incógnita que pesa sobre la actual concertación: si habrá o no fumata blanca que evite que el Ejecutivo imponga los cambios imprescindibles para superar el avance del desempleo en España.

Mientras, la distancia que separa a patronal y sindicatos para alanzar un acuerdo en materia laboral crece por momentos. Fuentes de la negociación consultadas por LA RAZÓN aseguraron que las posturas están bastante «alejadas» tras el encuentro que mantuvieron Rosell, Méndez y Toxo. Aunque ha habido avances en ciertos aspectos, las posiciones sobre contratación, moderación salarial y negociación colectiva siguen encalladas. Los empresarios no piensan renunciar a sus planteamientos de congelar salarios en 2012 y 2013, algo que los sindicatos no están dispuestos a tolerar a pesar de las exigencias.

La CEOE no sólo volvió a plantear ayer esta medida, sino también su propuesta de contrato indefinido con un coste del despido más bajo. Una figura que estaría vigente durante dos años, y con una indemnización por despido improcedente de 20 días por año trabajado con un tope de 12 mensualidades y un despido procedente de 12 días.

El plazo se agota y los agentes sociales tienen hasta el próximo 13 de enero para presentar las conclusiones de su negociación –tanto si hay acuerdo como si no o sólo acuerdos parciales– de acuerdo al plazo que les dio el Gobierno, o de lo contrario podría aprobar un Real Decreto en el Consejo de Ministros de este viernes.

El vicepresidente de la patronal, Arturo Fernández, aseguró que «no es el momento de firmar una reforma laboral escasa», ya que cree necesarios cambios profundos que deberían empezar por un replanteamiento importante de las condiciones salariales. Mientras, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, acusó ayer a la CEOE de dificultar la negociación sobre la reforma laboral «enrocándose» en posiciones que serían incovenientes para la lucha contra la crisis económica y el empleo.