Campaña electoral
Todo el poder: toda la responsabilidad por Miguel Ángel Rodríguez
Nunca se ha reunido un partido en un Congreso Nacional con tal exhibición de poder depositado por los ciudadanos. Convendría que no lo exteriorizaran con una exposición de coches oficiales. Pero sí se necesita que los allí reunidos demuestren ser conscientes de tanta confianza expresada en las urnas, y envíen un mensaje claro a la sociedad: ese poder —todo el poder— lo tienen para dejarse la piel en el empeño de trabajar por España, no para alardear de poderío.
Ahí se van a reunir los que pueden pasar a la historia como los mejores o como el símbolo del fracaso. España les ha prestado la ilusión y la confianza: ellos están obligados a devolverlo con intereses. Y no es fácil.
Normalmente, en estos congresos se habla del «quién», pero a los españoles les da igual quién coordine, quién debata términos, quién esté en las listas, quién lea ponencias, quién… España quiere saber el «qué» y el «cómo». A través de las primeras decisiones de gobierno, se va vislumbrando el mapa que desea el PP: menos administración, más ciudadanos. Es un giro casi radical frente a las políticas socialistas.
Pero, además de la línea ideológica, España desea que los allí reunidos encuentren la fórmula para huir de la desolación en la que se encuentra un país derruido moral y económicamente. Y ésa es su responsabilidad, porque por eso y para eso tienen tantos votos y se agrupan tan contentos.
Mire donde mire Rajoy cuando salude al auditorio, en cada rincón verá un alto cargo de alguna administración. Y recibirá su aplauso. Pero España desea que todos los altos cargos salgan de allí asustados de los deberes que les ponga; cansados ya antes de empezar el trabajo más duro que se le ha impuesto nunca a los políticos desde la posguerra: escarbar la tierra con las uñas si hace falta hasta encontrar la salida al pesimismo.
Gestos, decisiones, actitudes, mensajes claros… España va a mirar eso. Si pierden la oportunidad, si juguetean a ver quién presume más, este país derrotado por la dificultad y que tanta ilusión les mandó en forma de votos, con las mismas les dará la espalda. El PP comienza un gran Congreso Nacional con todo el poder. El domingo debería clausurarlo con toda la auctoritas. Eso significaría que habrán entendido el mensaje: a cambio de nuestros votos no queremos vuestra sonrisa; exigimos vuestra responsabilidad.
Miguel Ángel Rodríguez
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