Barcelona

De qué nos quejamos

La Razón
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Sorprende que jamás un entrenador del Valencia C.F. haya gozado desde el inicio de la tranquilidad y confianza lógicas por más que su trabajo fuera positivo. Ni siquiera Héctor Cúper ni Rafa Benítez, que llevaron al equipo a las más altas cotas deportivas. Los dos estuvieron a punto de la destitución.
Después, más de lo mismo, a Quique Sánchez Flores se le echó ocupando un puesto de la Liga de Champions y a Unai Emery se le tiene en la picota desde sus comienzos, incluso habiendo ganado la Liga del año pasado –Barcelona y Madrid juegan la suya- en un puesto liberado de la liguilla de la Champions. Con el agravante de haberle quitado a David Silva y David Villa.
La misma historia esta temporada. Va tercero, prácticamente asegurada la plaza y, con ella, un lugar en el campeonato continental, haciendo un fútbol primoroso en numerosos partidos. Y prosigue el cuestionamiento. ¿Por qué?. ¿Qué esperan el Consejo, las peñas y los aficionados del trabajo de un entrenador?. Si el fútbol depende de los resultados ¿de qué nos quejamos?. Así es la vida.