Cataluña

Hereu alega ante las críticas que no puede prohibir el homenaje a Riera

El juez Pablo Ruz de la Audiencia Nacional decide hoy o mañana si el acto es ilegal por enaltecer el terrorismo.

A pesar de las críticas recibidas, Hereu esquiva responsabilizarse de la prohición del homenaje
A pesar de las críticas recibidas, Hereu esquiva responsabilizarse de la prohición del homenajelarazon

BARCELONA- El Ayuntamiento de Barcelona sigue esquivando la responsabilidad de prohibir, el sábado, el homenaje a la colaboradora de ETA Laura Riera en el barrio barcelonés de Gràcia. A pesar de las críticas recibidas y de la apertura de diligencias por parte del juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz para determinar si existe un posible delito de enaltecimiento del terrorismo en esta convocatoria, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, argumentó ayer que «no nos corresponde prohibir o no prohibir –el acto proetarra–, si no aplicar la resolución judicial».

Hereu mantuvo la tesis defendida por el Consistorio desde que se conociera la emplazamiento del homenaje. Al parecer, y según el edil de este barrio, Guillem Espriu, el Ayuntamiento se limita a dar permisos administrativos y no conoce las actividades programadas de manera que el acto proetarra se autorizó al no saberse que iba tener lugar. Organizado por la Comisión de la Fiesta Popular, esta «celebración» se enmarca en las fiestas del barrio de Gràcia que, precisamente, finalizarán pasado mañana, y comenzará, si no se prohibe, alrededor de las 19.00 horas en la plaza Raspall.

El objetivo de los convocantes es «festejar» la puesta en libertad de la ex colaboradora de ETA Laura Riera después de cumplir condena en el prisión de Wad-Ras por proporcionar matrículas de posibles objetivos terroristas al «comando Barcelona».

Está previsto que el juez Ruz decide entre hoy y mañana si veta o no dicho homenaje a Riera después de analizar los informes solicitados a la Guardia Civil, a la Policía Nacional y a los Mossos d'Esquadra. De hecho, los Cuerpos Policiales están a la espera de que la Audiencia Nacional se pronuncia sobre la legalidad del acto y preparar así un tipo de dispositivo u otro en la plaza Raspall de Barcelona.

Además, a la espera de que se conozca del dictamen judicial, las críticas a la inhibición del Ayuntamiento de Barcelona respecto de este acontecimiento en plenas fiestas del barrio de Gràcia siguen lloviendo.


Comportamiento «indigno»
Para Alberto Fernández, presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, la postura del alcalde «de inhibirse por sus complejos y temor a enfrentarse a los grupos radicales» de la Ciudad Condal, es «indigna», ya que «el Ayuntamiento está legitimado y obligado a intervenir y a promover la prohibición de este homenaje proetarra por respeto a las víctimas del terrorismo y al Estado de Derecho». Fernández quiso recordar que fue el «comando Barcelona» de la banda terrorista el que asesinó a los concejales del PP, a Ernest Lluch y a un agente de la Guardia Urbana de Barcelona.