Cataluña
Y la leche de burra por Toni Bolaño
Me he vuelto independentista. Sí, sí, como lo leen, he sucumbido a los encantos de la propuesta de Artur Mas. Creo que Cataluña como estado independiente tiene un futuro prometedor. Sin parangón. Seguro que si usted es un lector habitual de esta columna estará sorprendido, pero tengo razones más que suficientes para estar encantado con el proyecto de una Cataluña como nuevo estado de Europa.
Si no me creen lean ustedes el programa de CiU. El paro quedará reducido a la mínima expresión. En cuatro años, descenderá el desempleo hasta quedar en el 10,5 por ciento, la mitad del actual. Es verdad que me pueden decir que dijeron lo mismo hace dos años, pero la verdad es que no han tenido tiempo de desarrollar su proyecto. De hecho, todavía Cataluña no es un estado propio. Cuando lo sea, el paro bajará de forma inmediata, subirán las pensiones y bajarán los impuestos a las empresas.
Pero esto no es todo. El programa electoral de CiU recoge otros temas, más importantes si cabe. En una Cataluña independiente, con estado propio, los catalanes viviremos más. Como lo oyen, viviremos más y mejor. Yo ahora tengo 52 años y tengo que pensar en mi futuro, tienen que entenderme. Artur Mas es claro en su programa electoral. En una Cataluña independiente la esperanza de vida aumentará un 5 por ciento y los afectados por cáncer también tendrán un 5 por ciento más de expectativas de vida. O sea, en total viviremos un 10 por ciento de lo que nos toca si seguimos siendo españoles. Qué quieren que les diga, yo me apunto. De momento, ya viviré un cinco años más. No puedo permitirme quedarme fuera porque las arrugas aumentan y los achaques también.
Por si esto fuera poco, en una Cataluña independiente prácticamente no existirán los accidentes de tráfico. Serán reducidos a la mitad de un plumazo, ¡cómo debe ser! Ha tenido que ser el proyecto de Cataluña, nuevo estado de Europa, el que ponga fin a esta lacra de las sociedades modernas.
Pensarán que les estoy tomando el pelo, pero no. Nunca se me hubiera ocurrido. Todo lo aquí escrito es cierto, está recogido en el programa electoral nacionalista. Artur Mas promete una Cataluña rica, en la que viviremos más, seremos más felices y tendremos más dinero. Lástima que en el programa electoral no figure que nos bañaremos en leche de burra. No me lo nieguen, sería todo un qué.
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