Indiferencia con Rubalcaba

Un síntoma de la más que previsible derrota socialista es la indiferencia que genera Rubalcaba. El candidato está desdibujado y nadie habla de él. Es el invitado de piedra que incluso resulta algo incómodo para todos. Nadie cree en sus posibilidades porque son conscientes de que es un paréntesis. No es un candidato alegre sino uno malhumorado que intenta esconder, sin éxito, la realidad. Dentro y fuera del PSOE todos hablan de la victoria de Rajoy como segura. La única duda no es saber si tendrá mayoría absoluta sino su alcance. Es cierto que el líder popular es extremadamente prudente, pero no lo son tanto los socialistas que han perdido casi todo el poder autonómico, se quedarán sin el Gobierno y en unos meses pueden verse desalojados, incluso, de Andalucía. La estrategia es centrar los ataques en Rajoy. No hay más que ver los medios de comunicación de izquierdas y algunos tertulianos que buscan su desgaste. Hay muchos nervios porque RbCb sólo será una fórmula que no funcionó.