Libros

Cataluña

Macip gana el refundado Premi Carlemany

Macip gana el refundado Premi Carlemany
Macip gana el refundado Premi Carlemanylarazon

BARCELONA- El científico y escritor Salvador Macip con la novela «Hipnofòbia» es el ganador del primer Premi Carlemany para el fomento de la lectura, convocado por el gobierno de Andorra, la Fundació Enciclopèdia Catalana y las editoriales Columna y Proa, y dorado con 10.000 euros. El galardón inicia de esta manera una nueva etapa del premio que, según sus responsables, ha sido «refundado», integrando un consejo lector y un jurado de nueve miembros, estudiantes andorranos entre 14 y 16 años, asesorados por su profesor de literatura. En este cambio de rumbo del premio solamente se han presentado cuatro manuscritos.

Rincones ocultos
«Hipnofòbia» plantea al lector qué pasaría si se pudiera acceder a los rincones ocultos de la mente humana. Su protagonista, el doctor Metcalf, ha descubierto la manera de poder aprovechar todo el potencial de la mente humana, planteándose qué puede hacer con un poder de esas características: o cambiar el mundo o manipularlo. Metcalf se topará con un rival en esta aventura para todo tipo de lectores: el general Sandcliff que quiere evitar a toda costa que el médico pueda incluso manipular los sueños y convertir a la humanidad en sus marionetas. Intriga, terror y divulgación científica forman parte del material que emplea Macip para su nueva novela.

El autor aseguró ayer que «Hipnofòbia» es un relato con el que quiere invitar al lector a preguntarse qué haría si pudiera manipular la mente. «¿Intentaríamos cambiar el mundo? ¿O, justamente, lo que nos hace humanos es la libertad?», cuestionó el escritor. La obra, que será publicada por Proa el próximo mes de marzo, parte de un artículo científico sobre unos ratones que durmiendo menos eran más listos que el resto de la camada.

Macip, responsable de títulos como «El rei del món» o «El joc de Déu», reconoció que no piensa en un tipo concreto de lector cuando se enfrenta al reto de la hoja en blanco. Sin embargo, también aplaudió que el nuevo Carlemany esté dirigido también al lector joven. «Estoy contento porque es el público más joven quien ha escogido. He intentado gustar a todos los públicos y creo que hemos de lograr buscar fórmulas nuevas», apuntó.

Para el escritor sería bueno que este nuevo público «pudiera ser introducido en los clásicos, como Lovecraft. Lo que hacemos en la actualidad es refreír las mismas historias de siempre. Por eso hemos de ser capaces de buscar nuestros referentes, de saber mirar atrás». También apostó por que la literatura actual supiera mirar en los lenguajes actuales. «Estamos encallados en las estructuras narrativas del siglo XX, cuando hoy, la mayoría, absorbemos la ficción por las series de televisión, el cine o Internet. Yo intento dar un ritmo cinematográfico a las escenas, ir al grano y eliminar las cosas superfluas, acabar con los restos de romanticismo», puntualizó.