Gastronomía

Una comida con ritmo

Una comida con ritmo
Una comida con ritmolarazon

Creíamos que ya lo habíamos visto y comido todo en la calle Velázquez, pero el siempre efectivo boca a boca nos llevó hasta el número 40 para toparnos con un local que se llama tal cual: Velázquez 40. Tras la sencillez del nombre descubrimos un espacio en el que, como dictan las tendencias más allá de lo estrictamente culinario, lo mismo podemos comer que bailar que tomar una copa. Un concepto que funciona, y más aún en el caso que nos ocupa, ya que el trabajo de los chefs Félix Albendea y Fredi Wilians es impecable. Platos tan elaborados como divertidos, que encajan a la perfección en el espíritu del local: Sight, Sound, Gloat over. O lo que es lo mismo: mirada, sonido, gozo.

Punto castizo
Y sí, nosotros gozamos con los guiños del local al casticismo madrileño (la decoración, de diez), con la música del dj Ángel Alboreca y, sobre todo, con una carta más que interesante: en las entradas ganaron por goleada (por cierto, tienen pantallas para ver el Mundial) las ostras con mojito, el dúo de minihamburguesas con foie y la ensalada templada de vieiras con verduras de temporada. Entre los platos principales reinan las carnes, como el solomillo con tapenade de aceitunas negras y compota de tomate o la carrillera de ibérico con puré de boniato y castañas glaseadas. Sin embargo, los pescados tampoco defraudan, sobre todo las pochas con cocochas. De postre, nada mejor que combinar lo dulce con el placer de la primera copa: no se pierda el banana split, o la piña colada con gelatina de ron. Pero aquí no se acaba el asunto: para quienes prefieran algo menos formal, el equipo de Velázquez 40 ha ideado una carta alternativa disponible en la barra y la terraza. Lugares perfectos para saborear unas conservas (exquisitas las zamburiñas en salsa gallega), tostas variadas o una sabrosa ensaladilla con gambas. Y luego, a bailar. O a celebrar los goles del Mundial.