Premio Cervantes
Javier Reverte gana el premio de novela Fernando Lara
El autor obtuvo esta noche el galardón por «Barrio cero», que tiene como protagonista a una mujer maltratada que asesina al camello de su hijo toxicómano
Podría haberse cruzado Javier Reverte con la heroína de su nueva novela en cualquiera de sus viajes. Esos que lleva años transformando en relatos que se esperan con impaciencia entre su creciente parroquia de lectores. Pero no, se la tropezó en un barrio marginal de Madrid, un lugar que le disgusta para vivir, pero que le inspira. Tanto como para hacerse ayer con el XV premio de novela Fernando Lara. La presentó como «Cerro misericordia», de Ulises, pero se venderá en las librerías con el nombres de «Barrio cero». El autor recibió el galardón anoche en los Reales Alcázares de Sevilla de manos de Javier de Agustín, consejero delegado del grupo Axa, patrocinador del premio, y de José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta, que estuvo acompañado por su esposa, Consuelo García Piriz, y la presidenta del parlamento andaluz, Fuensanta Coves, entre otras personalidades. Reverte retrata en este drama urbano a una limpiadora que sufre el maltrato de su marido que, cuando comprueba que su hijo ha caído en el mundo de la droga, decide eliminar a su camello para salvarlo.
El jurado estuvo compuesto por los escritores Ángeles Caso, Fernando Delgado, Antonio Prieto, Ana María Ruiz-Tagle y Carlos Pujol, que, como es habitual, actuó como secretario con voto. Tuvieron que escoger entre las 227 novelas presentadas desde distintos puntos del mundo. Del conjunto de obras, 139 procedieron de territorio nacional, frente a las 88 del resto de países. El autor explicó que, en este libro, ha adoptado la primera persona de una protagonista femenina a modo de «juego literario» y con el objeto de narrar su «lucha para convertirse en una persona libre y digna». Reverte recordó que «en todas las épocas de la historia, las mujeres lo han tenido más difícil que los hombres».
De África a Alaska
Taurino, solitario y con abundante sentido del humor, Reverte, que desprecia los nacionalismos, vio recompensado ayer con este prestigioso premio sus incursiones en el mundo de la novela, en el que ya había experimentado éxitos como «Venga a nosotros tu reino» (2008). Hasta ahora la literatura de viajes es en la que ha brillado de manera singular. Especialmente tras la trilogía de África («El sueño de África. En busca de los mitos blancos del continente negro» y «Vagabundo en África»y «Los caminos perdidos de África»). Ha hecho suya la máxima de Picasso: «Imitar a los otros es inevitable, mientras que imitarse a uno mismo es mezquino» y asegura respecto a su versatilidad que «cada libro es diferente, no depende del género», asegura él con respecto a su versatilidad. Además del Continente Negro ha retratado «los olores, voces y colores» del Azamonas («El río de la desolación»), de Grevia, Turquía y Egipto («Corazón de Ulises») o de Canadá y Alaska («El río de la luz»), para el que realizó un trayecto de más de 700 kilómetros en canoa por por el río Yukon con el fin de seguir los pasos de Jack London en los años de la fiebre del oro. La fórmula de este género es, según cuenta, «hablar conla gente y darle una estructura literaria que no quiere decir inventar, sino organizar». Ha creado escuela porque el género es casi virgen en nuestra literatura: «España ha sido un país pobre y ha viajado muy poco»
Le dio también a la tecla para la prensa escrita durante más de veinte años. Lo que le permitió empezar a recorrer los cinco continentes mundo gracias a su profesión de corresponsal en ciudades como Londres, París y Lisboa. También alcanzó puestos de responsabilidad como la subdirección del diario «Pueblo»: «El periodismo me han enseñado dos cosas esenciales para la literatura: a sintetizar y a mirar el mundo. Como periodista, me he asomado a muchas almas: reyes, políticos, escritores, asesinos, ladrones... ¿Y de qué escribimos sino de almas?».
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