Cataluña

El Ayuntamiento se «arrepiente» ahora de sus tratos con Millet

Imagen del furgón que transportó a Millet y Montull a la cárcel Modelo de Barcelona en medio de una gran expectación
Imagen del furgón que transportó a Millet y Montull a la cárcel Modelo de Barcelona en medio de una gran expectaciónlarazon

BARCELONA- Once meses después de que se destapara la polémica en el Palau de la Música, el Ayuntamiento de Barcelona se ha mostrado, por primera vez, «arrepentido» por sus negocios con Fèlix Millet. El arrepentimiento municipal llegó ayer coincidiendo con el envío a prisión de Millet y su mano derecha, Jordi Montull. El teniente de alcalde de Urbanismo del Consistorio barcelonés, Ramon García-Bragado, fue el encargado de dar la cara y lamentó el «exceso de confianza» con el patrono cultural. No en vano, fue el propio García-Bragado quien puso en contacto a la Generalitat y el Ayuntamiento con Millet para iniciar la operación urbanística del hotel del Palau. Al teniente de alcalde barcelonés no le quedará más remedio que comparecer ante la Justicia para rendir cuentas sobre sus contactos con Millet, al igual que le ocurre al conseller de Economía, Antoni Castells. Sin embargo, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, aseguró que él y su equipo están «totalmente tranquilos». El PP, no obstante, propondrá hoy en el pleno una comisión de investigación. Donde no comparece, por el momento, ningún miembro del Govern o el Ayuntamiento es en la comisión de investigación parlamentaria sobre las irregularidades del Palau, ya que el tripartito ha decidido blindarse e impedir que se pueda investigar la polémica del hotel, para centrarse en el dinero que viajó desde el Palau hasta la fundación de CDC Trias Fargas (ahora Catdem). Ante este panorama, el presidente de CiU, Artur Mas, volvió a exigir que la comisión parlamentaria del Palau se extienda a la operación urbanística del hotel para que «se investigue todo». «Es escandaloso y sintomático que el tripartito monte una comisión para investigar a la oposición», añadió. La polémica del Palau va camino de convertirse en un arma arrojadiza entre gobierno y oposición en la antesala de las elecciones. Mientras los nacionalistas piden investigar la relación entre los socialistas y el hotel, el secretario de organización del PSC en Barcelona, Albert Aixalà, reclamó al presidente del grupo municipal del CiU, Xavier Trias, que «diga la verdad» y que cese al concejal Antoni Vives. Cabe recordar que Vives fue director de la Fundació Trias Fargas y deberá rendir cuentas en la comisión del Parlament.