Tendencioso

Hombre, si se quiere ser objetivo de verdad habría que valorar al Diccionario de la Real Academia de la Historia por todo su contenido, no sólo por una palabra ciertamente errática sobre el anterior régimen. Pero a ellos lo que les gusta es llamar franquista a todo el que no tiene carné del PSOE o el PCE, y decir en último término que detrás de la RAH se ve la mano de Aznar, porque fue presuntamente durante su mandato cuando se empezó a trabajar en el libro. Luego si el contenido es fascista y lo encargó Aznar, la conclusión facilota y tontaina es que tal diccionario es un producto de ultraderecha apadrinado por un falangista recalcitrante como el anterior jefe del Gobierno. Todo muy profundo, como se ve. Eso sí, no dice nada el intelectualismo de la caverna bermeja sobre los elogios desmesurados que se hacen hacia personajes tan poco elogiables como los ex ministros Barón, Chaves y Boyer. De este último se dice que es «muy culto», y del gaditano destaca su trabajo (¿?) en Andalucía. Aunque mucho más incomprensibles son los panegíricos hacia las ex ministras Magdalena Álvarez y Carmen Calvo, retratadas poco menos que como virtuosas de la gestión pública, cuando todos sabemos que fueron dos de las peores «miembras» de los gabinetes de Zeta. En fin, que centrarse en un solo detalle olvidando el conjunto es algo manifiestamente tendencioso. No podía ser de otra manera.