San Mamés

Carlos Ruiz Cortadi: «No creo en las treguas Aquí ya no valen los atajos»»

Vasco de cuna. De padres y abuelos vascos, Carlos Ruiz Cortadi se vio empujado al exilio.

Carlos Ruiz Cortadi fue concejal en Sestao. ETA ametralló a su hermano, pero se salvó
Carlos Ruiz Cortadi fue concejal en Sestao. ETA ametralló a su hermano, pero se salvólarazon

MADRID- Con 30 años dio sus primeros pasos en la política y se convirtió en concejal de Sestao (Vizkaya), municipio del que luego sería nombrado primer teniente de alcalde. Entonces, el cargo de edil no estaba remunerado, por lo que lo compaginó con su trabajo en una sucursal bancaria. Era el segundo de 7 hermanos y ya estaba casado. Una noche le comunicaron que su hermano Eloy, de 25 años y radiotelegrafista de la marina mercante, había sido ametrallado en su coche, cuando dejaba a su novia en casa. «Nunca se nos pasó por la cabeza que podría pasar algo así, porque siempre teníamos el mismo pensamiento: ¡si nosotros no hemos hecho nada!». La banda terrorista ETA, entonces, utilizaba una munición que estallaba cuando impactaba en el cuerpo, recuerda Cortadi, pero su hermano se salvó. A pesar de la metralla que había en el coche, las balas que impactaron sobre el cuerpo de Eloy no le mataron, pero tuvo que vivir con una de las esquirlas de bala alojada en su hombro. «Estando en el hospital mi hermano llegó a dudar de la comida, pensaba que lo iban a envenenar y tuvieron que trasladarle a otro hospital», cuenta. Entonces, el carácter de su hermano cambió. «Dejó de salir de casa, se hizo desconfiado, más callado». Días después comenzó a recibir amenazas telefónicas. «Me volví inseguro. Pedía que la Policía revisara los coches, miraba a todos lados cuando iba por la calle». Pero el peor día, recuerda Ruiz Cortadi, fue cuando la Policía le advirtió de que él era uno de los objetivos de ETA. «Uno de los comandos tenía la información de todos mis movimientos. Ese día me cambió la vida». «Me ofrecieron llevar un arma y pregunté: ¿y quién dispara primero? Y me dijeron: Ellos». «¿Entonces para qué la quiero?», replicó, y le pusieron escolta. Después de un tiempo dejó el País Vasco y se alejó de la vida política. «Pensé que ya había arriesgado mi vida y la de los míos suficiente». Años después, los etarras que ametrallaron a su hermano, no fueron juzgados y recibieron la amnistía. Cortadi sigue sintiendo el miedo y no cree en las treguas. «La única tregua creíble será cuando entreguen las armas en el San Mamés y los planos de los zulos». Tampoco se fía del Gobierno: «Nos ha mentido varias veces. No podemos consentir que los etarras vuelvan a las instituciones. Aquí ya no valen los atajos».


Rajoy sigue valorando su asistencia
El Comité de Dirección del PP tomó ayer en consideración la manifestación que las asociaciones de víctimas del terrorismo han convocado para el próximo sábado. El debate giró en torno al apoyo presencial y en cuestiones logísticas de organización, sin centrarlo en la gran incógnita pendiente: si Mariano Rajoy asistirá finalmente a la convocatoria. El pasado viernes este diario ya adelantó que del «no» categórico el líder popular había pasado a valorar la opción de estar el sábado con las víctimas. La decisión final es suya, aunque en su entorno unos y otros hayan ya tomado posición y presionen a su manera para inclinar la balanza de su lado. Por eso, ayer tarde había quien defendía que no hay que descartar en absoluto que Rajoy vaya, mientras que otros lo veían muy complicado por su agenda. Oficialmente, la tesis era que el líder del PP estaba haciendo todo lo que podía para cancelar sus compromisos del sábado, pero que era difícil hacerlo sin quedar mal con la otra parte.