Punto y final a tres décadas de hegemonía del Partido Popular

Tres décadas inmaculadas que quedaron truncadas con el desembarco de un hombre que dio el primer triunfo de la historia al Partido Socialista. Es por esto lógico, que preguntado por este diario por el recuerdo más feliz de su mandato, García responda que fue «el día que tomé posesión como alcalde ante más de 800 personas. Era la primera vez que gobernaba el PSOE y en el ambiente corría la sensación de que se iban a romper las diferencias entre derechas e izquierdas y que había la necesidad de la libertad de expresión porque éramos todos vecinos». García desembarcó en el edificio consistorial con ganas de salvar las diferencias políticas e ideológicas con la premisa ineludible de que todos los benielenses son vecinos que persiguen un bien común: la mejora del municipio. Desde fuera se intuye que lo puede haber logrado, pero en la política nada se puede aseverar como cierto al cien por cien, por lo que habrá que esperar al 22 de mayo para conocer fehacientemente si los vecinos de Roberto García siguen deseando que sea él quien gobierne en su pueblo. Hasta entonces, García pone trabajo y alberga la sana esperanza.