Mundial 2014

Éxito bien entrenado por Gaspar ROSETY

La Razón
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Observar los entrenamientos de la Selección, aquí en Potchefstroon, entraña contemplar un espectáculo similar al de un partido. Si hay quien entiende que se juega como se entrena, con España acierta de pleno. Javier Miñano se ocupa del calentamiento, de la adaptación del cuerpo al régimen de esfuerzo que requerirán los ejercicios posteriores. Diez minutos más tarde, el balón toma su maravilloso protagonismo. Del Bosque y Grande ordenan trabajar como si disputaran un encuentro de verdad. Y lo hacen. Distribuidos por grupos, dos se disputan la posesión y un tercero se adjunta como comodín en apoyo del que tiene el balón. Así ensayan la posesión y la recuperación, a un toque o dos como máximo. Al tercero, se pierde la pelota. Después, siguiendo idénticos planteamientos, se ensayan paredes por dentro, cambios de orientación y juego combinativo. En resumen, se pone en marcha el esfuerzo de un partido al provocarse, sucesivamente y en breves periodos de tiempo, posesiones, persecuciones, marcajes, recuperaciones, desmarques de apoyo, de ruptura, lanzamientos largos, cortos y remates. Se ensayan los problemas y las soluciones. Anteriormente, el médico ha planificado esfuerzos, dietas y descansos. Un especialista trabaja con los que vienen de una lesión larga y cuida a los que han sufrido pequeñas lesiones. Todo ello con admirable intensidad. Así, podrá observarse el repertorio completo de la selección y entenderse mejor por qué parece tan sencillo lo que se ve en los partidos. Juegan como entrenan porque entrenan como juegan. Y, sobre todo, porque na-da se improvisa. Ni siquiera el talento. Lo que parece genial también está ensayado. Sólo falta que salga así.