La pastilla y el jabón por Reyes Monforte

La foto del Gobierno galo presumiendo de paridad nos ha pillado a los españoles demasiado escarmentados. Motivos tenemos: nos vendieron la paridad como la panacea de todos los males y descubrimos, gracias a «aídos y pajines», que para algunos la igualdad consistía en que hubiese el mismo número de tontos que de tontas y no en buscar el mayor número de personas capacitadas con independencia de su género.

Observando la imagen del Gobierno francés no he pensado en paridades, sino en que la elección sea la acertada para evitar paridas. Es innegable que vivimos en la sociedad de la imagen, donde lo exótico vende y lo políticamente correcto arrasa. El hecho de que la fotografía parezca una campaña publicitaria de Benetton con un hipotético exotismo racial, no asegura el acierto. El género no es garantía de nada, ni bueno ni malo. Hay una obra de teatro del genial Muñoz Seca, «Anacleto se divorcia», una sátira sobre el divorcio donde una pareja decide repartirse los objetos de la casa según el género de los mismos: lo que para uno es el jabón, para la otra es la pastilla. Se llame como se llame, lo importante es que desempeñe su función limpiamente.

Reyes Monforte
Escritora y periodista